Podemos no llena ni media plaza del Reina Sofía buscando que no haya mucha abstención en su referéndum

Menos de cien personas han asistido a lo que Podemos ha llamado “acto informativo sobre la consulta ciudadana”. Una cita planificada sobre la marcha y en la que a través de convocatoria citaban a todos los simpatizantes en la Plaza del Reina Sofía de Madrid para enterarse del funcionamiento del referéndum que esta semana anunció el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias.

En el acto han participado el portavoz de Podemos en el Senado, Ramón Espinar; la secretaria de Análisis Político y Social, Carolina Bescansa; el secretario general de Podemos en la Comunidad de Madrid, Luis Alegre y el secretario general de Podemos en Madrid, Jesús Montero. Así y en lugar de explicar primero el funcionamiento del referéndum han pasado a explicar directamente su postura y lo que ellos van a votar como ya hizo en su día Iglesias y Errejón a preguntas de los periodistas. Las dos preguntas quedaron claras: ¿Quiere usted un Gobierno PSOE-Ciudadanos? y ¿Quiere un Gobierno liderado por las fuerzas del cambio?

«Desde la dirección mantenemos de forma unánime una postura concreta que queremos explicar: No-Sí. ‘No’ al Gobierno de PSOE y Ciudadanos y ‘Sí’ al gobierno de progreso», dijo Alegre, tras reivindicar que Podemos ha puesto en marcha la consulta porque dejar las decisiones en manos de «la gente» forma parte «del ADN de Podemos”, reiteró.

Por su parte, la diputada Carolina Bescansa también ha avisado de que si las bases del partido respaldan la estrategia de la dirección y apoyan la necesidad de seguir defendiendo el gobierno ‘a la valenciana’, el PSOE «tendría que replantearse esa posibilidad». «Tenemos los teléfonos encendidos y con batería esperando la llamada del PSOE para conformar un gobierno del cambio”, manifestó.

Pero, en el caso de que las bases contradigan la postura de la dirección y decidan permitir un gobierno basando en el pacto PSOE-Ciudadanos, Alegre reconoció que «la dirección completa quedaría desautorizada» y que, por lo tanto, tendría que replantearse su estrategia y asumir las «responsabilidades» que haga falta, amenazando con dimitir en bloque como en su día anunció Iglesias.

«Lo fundamental de este acto son dos cosas. La primera, recuperar el pulso de la calle y salir para responder las preguntas de la ciudadanía”, dijo Espinar. Un asunto que los pocos allí presentes criticaron asegurando que había que volver a “los orígenes de Podemos tras meses encerrados en las instituciones”.

A la vista de las encuestas, Podemos tiene miedo al retroceso en unos futuros resultados en caso de que haya elecciones y vuelve a salir a las plazas. Aunque este vez sea para evitar un cataclismo con la abstención en su referéndum.

Iglesias busca ahora el apoyo de Garzón para que se integre en Podemos de cara a unas elecciones. Sin embargo, el de IU siempre le pone como condición acudir juntos en confluencia, algo que ya desagrada al sector ‘Errejonista’. El ‘número dos’ de la formación morada sigue insistiendo a día de hoy que la “hoja de ruta ganadora” no pasa por la “refundación de la izquierda” sino por la “construcción de una nueva mayoría social” a partir de la “transversalidad”; es decir, por una política de amplio espectro que rechaza la dialéctica tradicional izquierda-derecha y apela al “arriba-abajo” o a la confrontación entre “oligarquía y democracia”. Es decir, fuera las sopas de siglas.