Podemos monta un boicot a la principal feria de tapas de Madrid para espantar al turismo
Podemos la toma ahora contra la hostelería madrileña. Algunos sectores del partido de Pablo Iglesias están apoyando un boicot a la conocida feria de tapas ‘Tapapiés’ que se desarrolla estos días en el céntrico barrio madrileño de Lavapiés.
Un grupo de personas está colocando pegatinas de gran tamaño en muchos de los casi 100 locales que participan en el evento. Estos adhesivos se pueden localizar en las estaciones de metro próximas al barrio y en las puertas de los propios establecimientos, tapando el cartel oficial.
En dichas pegatinas se puede leer: «Tapapiés explota». Usando la misma tipografía que el póster anunciador dicen: «Festival multicultural donde participan establecimientos que vulneran los de derechos de sus trabajadores». Recuerdan que se trata de un evento programado hasta este domingo 27 de octubre.
«No a la gentrificación»
La campaña de boicot ha sido difundida en redes sociales por las juventudes de Anticapitalistas, una de las formaciones políticas que integran la coalición Unidas Podemos. «Por un barrio no gentrificado y con derechos laborales», subrayan en sus cuentas en Twitter. La ‘gentrificación’ es el proceso por el que zonas deterioradas de los centros de las ciudades se reacondicionan y se revalorizan. De esta forma, sus habitantes históricos se ven expulsados a las afueras de la ciudad y allí se instalan negocios enfocados a turistas y a clases sociales más pudientes.
La organización corre a cargo de la Asociación de Comerciantes de Lavapiés, con la colaboración de los mercados municipales del barrio y con el patrocinio de marcas comerciales. El reclamo es un botellín de cerveza y una tapa por 2,5o euros.
«Semanas de explotación»
«Como vamos observando estos años –el evento se desarrolla anualmente desde hace nueve años–, lo que pudo ser una ‘fiesta’ para que las hosteleras de Lavapiés se diesen a conocer, ahora son dos semanas de pura explotación laboral», comentan. «Son compañeras cansadas (Sic.) del modelo explotador y gentrificador», opinan, difundiendo el boicot.
Dudan de que la feria, a la que descalifican como «Matapiés», tenga un carácter «popular» en donde el vecindario de Lavapiés pueda disfrutar de una manera racional y sostenible. «El modelo ‘turistificador’ nos afecta a trabajadores y a vecinos también», lamentan.
Consideran, por otra parte, que «claro que hay que potenciar los comercios de cercanía, pero desde luego debería haber propuestas más populares durante el año, en donde estén más garantizados nuestros derechos laborales y el carácter popular de Lavapiés, ése que nos quitan con la celebración de Tapapiés».
Agregan que este evento es una actividad cuyos efectos son la «explotación de camareros y camareras, comercialización de la situación de las personas racializadas, llamándolo multicuturalidad, gentrificación y turistificación».