Podemos culpaba a Botella de la caída de los árboles y ahora que gobierna Carmena la culpa es del viento
«Los recortes matan», decía Izquierda Unida en septiembre de 2014, cuando la caída de un árbol provocó la muerte de un hombre en Madrid. Ahora que la alcaldesa es Manuela Carmena, los árboles se caen por culpa del viento. O de la gravedad.
El trágico accidente en el que ha fallecido un niño de cuatro años en Madrid, al caerle encima un árbol del parque de El Retiro, ha puesto en evidencia una vez más la demagogia de Unidos Podemos y un sector del PSOE.
Basta con recordar lo que ambos partidos dijeron en el pasado mandato, durante la alcaldía de Ana Botella, cada vez que caía un árbol derribado por el viento en la ciudad.
«La mala gestión tiene efectos mortales: El árbol que mató a un hombre se revisó hace 20 días», denunció Podemos en su cuenta oficial de Twitter el 9 de septiembre de 2014, cuando se produjo un accidente similar en Madrid en el que murió un hombre. Entonces tocaba sacar réditos políticos incluso de la caída de los árboles.
La mala gestión tiene efectos mortales: El árbol que mató a un hombre se revisó hace 20 días #AnaBotella http://t.co/Vms2h7cGxl vía @el_pais
— PODEMOS (@ahorapodemos) September 9, 2014
Ante el mismo incidente, IU de Boadilla se expresó en similares términos: «Dos muertos ya. Los recortes matan. Muere un hombre al caerle la rama de un árbol en Madrid».
El PSOE recurrió a la misma demagogia: «Noche de caída masiva de árboles en Vallecas. Desastre Botella». Ahora que gobierna Manuela Carmena con el apoyo del PSOE, a los socialistas no se les ha ocurrido culpar a la alcaldesa por la trágica muerte de un niño de cuatro años.
El actual portavoz de Podemos en el Senado, Ramón Espinar, prefirió hacer juegos de palabras: «A las 12:20 estaré en Las Mañanas de Cuatro», anunció en Twitter en septiembre de 2014, «me dice un amigo que, cuando hablemos de Ana Botella, no hagamos leña del árbol caído. Vale».
Al igual que su partido, la entonces concejal de IU en el Ayuntamiento de Madrid Raquel López decidió que cada muerte accidental que se producía en la ciudad era culpa de la alcaldesa y de los recortes: «La caída de los árboles en Madrid ha provocado la muerte de varios ciudadanos. ¿Solución del PP? Un ERE para despedir al 40% de los jardineros», escribió.
Incluso el periodista podemita Antonio Maestre se mostraba aterrorizado ante la posibilidad de morir derribado por un árbol. Ahora sale a la calle mucho más tranquilo. Esto es lo que escribió en septiembre de 2014: «Otro día más que salgo de casa con la incertidumbre de no saber si acabaré sepultado por una rama de árbol».
Han pasado cuatro años, y Podemos sigue actuando con la misma lógica. Si el niño de ocho años Gabriel Cruz es asesinado por una mujer sin escrúpulos, que pasea el cadáver del niño en el maletero del coche, no hay que legislar en caliente ni «politizar el dolor» de las víctimas.
Pero si un mantero muere de un infarto en el barrio de Lavapiés, la culpa es «del capitalismo» y de la Policía que no ha respetado «los derechos humanos», pese a que los agentes pasaron una hora intentando reanimarle.