AYUNTAMIENTO DE LASARTE

El pasado de la payasa proetarra como concejal: no condenó el asesinato de un edil de su corporación

Se trata de Aiora Zulaika, que fue concejal de Euskal Herritarrok en el Ayuntamiento de Lasarte

Zulaika forma parte del grupo de payasos que están siendo investigados por usar a niños para pedir la excarcelación de etarras

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Paula Baena

Aiora Zulaika Soroa forma parte del grupo de payasos proetarras Pirritx, Porrotx eta Marimotots, que están siendo investigados por la Policía del País Vasco por utilizar a menores para pedir la excarcelación de etarras. Pero la vinculación de esta payasa con el mundo etarra no se limita a su faceta como bufón sino que fue concejal en Lasarte (Guipúzcoa) por Euskal Herritarrok, una formación en la que, entre otros, también militó el asesino Josu Ternera. Euskal Herritarrok (EH) fue una de las marcas con las que operó la izquierda proetarra en el pasado, antes de adoptar el actual sello de Bildu.

En sus tiempos en el Ayuntamiento, concretamente el 20 de marzo de 2001, fue asesinado por ETA el concejal y primer teniente de alcalde, el socialista Froilán Elespe Inciarte. Un atentado que fue condenado en los más enérgicos términos por toda la corporación, con la única salvedad de los ediles de Euskal Herritarrok.

Estos concejales proetarras quisieron leer un comunicado aparte, desmarcándose de la condena sin ambages del resto de sus compañeros, pero se encontraron con la repulsa de los allí presentes, que comenzaron a gritarles «¡Asesinos!», «¡Sin pistolas no sois nada!» y «¡Fuera, fuera!».

Fue la propia Aiora Zulaika, Pirritx en su versión payasa, la encargada de tratar de leer el comunicado de la formación que decía: «Nos encontramos ante la muerte de una persona a la que hemos conocido trabajando en el Ayuntamiento. Ante esta lamentable muerte, es obvio el dolor de todos nosotros, al margen de toda ideología. Queremos que la muerte de Froilán sea la última. Debemos trabajar para crear otra situación en la que los derechos de la mujer y del hombre sean respetados: los de todos los ciudadanos/as, tanto los derechos individuales como los que corresponden como pueblo». Una postura en la que evitan mencionar a la banda terrorista ETA y la palabra asesinato.

Dos tiros en la cabeza

Froilán Elespe Inciarte fue asesinado cuando estaba en la barra del bar Sasoeta, en la plaza Urko de Lasarte, haciendo tiempo para comer con unos compañeros. Un terrorista entró en el establecimiento y le disparó por la espalda dos tiros en la cabeza.

Elespe había nacido en Rentería 54 años antes. Estaba casado, tenía dos hijos y llevaba 16 años dedicado a la vida pública en Lasarte. Tras su asesinato, cientos de personas acudieron a su funeral, oficiado en iglesia de San Pedro Apóstol. Además, al término del mismo tuvo lugar una manifestación de repulsa contra el atentado, a la que acudieron unas 40.000 personas, entre las que, por supuesto, no se encontraba la concejal y payasa Aiora Zulaika.

Más de veinte años después, Zulaika continúa respaldando a ETA, ahora no desde un Ayuntamiento, pero sí como payasa y utilizando a menores para pedir la excarcelación de los presos de la banda terrorista, la organización criminal que en su día acabó con la vida de uno de sus compañeros en el Consistorio de Lasarte.

La propia alcaldesa del municipio por aquel entonces, la socialista Ana Urchuenguía, que ocupó el puesto desde 1986 hasta 2010, lanzó sus sospechas sobre que los concejales de Euskal Herritarrok habían sido los que habían informado a los pistoleros sobre los movimientos de Elespe para perpetrar el asesinato.

«Los que han informado de los recorridos, los trayectos y sus costumbres, están aquí, están cerca, igual nos están viendo, son estos cómplices, como los que apretaron el gatillo, ellos son los cómplices del asesinato porque dieron el nombre y los recorridos, están aquí», manifestó a las cámaras de televisión la alcaldesa a las puertas del Ayuntamiento de Lasarte.

Payasos investigados

A mediados del pasado mes de diciembre, la Policía autonómica vasca abrió diligencias de investigación a los payasos proetarras Pirritx, Porrotx eta Marimitots por usar a menores para pedir la excarcelación de miembros de ETA.

La Ertzaintza considera que ese grupo de payasos podría haber incurrido en un posible delito de «violencia psíquica a menores». Fuentes policiales confirmaron a OKDIARIO la apertura de este expediente. No obstante, indicaron que es lo habitual que cuando alguien denuncia algo se investigue.

La policía autonómica señaló que no puede dar la identidad de los denunciantes del caso y subrayaron que no es una investigación que inicie la Ertzaintza por iniciativa propia. En este punto no puede adelantar si la investigación acabará en una denuncia en los juzgados o si, por el contrario, las pesquisas contra los payasos proetarras acabarán archivadas.

La última vez lo hicieron en un vídeo que se inscribía en la campaña Giltzak (Llaves) de Sare -el colectivo de apoyo a los presos de ETA-, donde estas personas, rodeadas de menores, cantaban una canción infantil en la que se reclamaba la excarcelación de los reclusos de la organización terrorista.

En el vídeo, bailando con los payasos, podía verse a varios adultos y niños, que entonan un presoak etxera, bai (presos a casa, sí) como estribillo de la canción infantil.

Además, hace apenas unos días, el coordinador de Bildu, Arnaldo Otegi, compartió en sus redes sociales un vídeo de estos payasos proetarras para felicitar la Navidad. En el vídeo pedían a los menores que las fechas navideñas recordaran «a los que están encerrados en las cárceles».

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