Podemos quiere fijar por ley la energía que se puede consumir y penalizar el «derroche»
Pablo Iglesias aspira a controlar las políticas medioambientales del Gobierno de Sánchez. Entre sus propuestas figura la creación de una empresa pública de energía
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Controlar las políticas medioambientales del futuro Gobierno es una de las ambiciones de Pablo Iglesias. El líder de Podemos tiene ya elaboradas varias propuestas en ese ámbito, considerado -con Trabajo, Sanidad o Igualdad- como uno de sus puntales. Con algunas de esas medidas, el partido morado pretende imponer su poder sobre las energéticas. E incluso determinar los límites del consumo y qué se excede de lo considerado «digno».
El planteamiento de Podemos en lo que llaman ‘horizonte verde’ interpreta que el «derroche» energético debe ser penalizado. Para ello, la formación siempre ha defendido que es necesario fijar unos límites de consumo que permitan una vida «digna», facilitando el acceso de los colectivos más vulnerables al suministro de agua o luz, por ejemplo.
Los de Iglesias pretenden que los primeros kWh de consumo, es decir, aquellos que son «imprescindibles» tengan un precio «muy bajo». Ese coste irá en aumento conforme se va consumiendo más, hasta, finalmente, «penalizar el derroche». Es decir, las propuestas contra lo que denominan «pobreza energética» acabará repercutiendo negativamente en quienes consuman más allá del umbral considerado mínimo. En otras palabras, Podemos no sólo pone el punto de mira en las mayores rentas -a través de una mayor carga impositiva- sino en aquellos que se pasen de los límites de consumo de energía que ellos determinen.
Presión a las energéticas
La presencia de Iglesias en un eventual Gobierno socialista augura una fuerte presión sobre las empresas energéticas. De hecho, en los últimos tiempos, Podemos ha convertido el ecologismo en una de sus grandes banderas, de igual a igual con el discurso de género.
Su gran apuesta, en este sentido, es crear una empresa pública eléctrica, que ponga fin al «oligopolio privado». Sin ello, dicen en Podemos, «no es posible acometer los objetivos planteados en el horizonte verde». Otro de sus arietes es el Banco de Inversión para la Transición Tecnológica y Económica, «un agente esencial» para la «transformación» energética, explicaron en su programa electoral. Su finalidad será gestionar las inversiones para la «transformación productiva», en materias como la expansión de las energías renovables, el coche eléctrico y otras industrias verdes.
Tal es la importancia que Podemos concede a las políticas verdes que, este mismo viernes, Iglesias se reunirá en el Congreso con grupos ecologistas para escuchar sus demandas y presentarles los planes de Unidas Podemos y los «desafíos abiertos» ante la perspectiva de formar un gobierno de izquierdas.
A la valenciana
Iglesias sigue el modelo que aplicó en la Comunidad Valenciana, donde Podemos ha logrado una vicepresidencia de Vivienda con competencias verdes.
En La Moncloa se aguarda entre tanto la respuesta de Podemos a su propuesta de aceptar únicamente la presencia del partido en puestos de ‘segunda’, nunca en el Consejo de Ministros. Una solución que no convence ni mucho menos a los morados.
Desde Bruselas, el presidente en funciones, volvió a presionar este jueves a PP y Ciudadanos, en el intento de responsabilizarles de que no haya investidura.
«El planteamiento es que la gente vota para que haya un Gobierno, y ahora la única alternativa es que ese Gobierno lo lidere el PSOE. Aquellos que dicen que no a la investidura, ¿qué proponen? Bloqueo, nuevas elecciones, no apoyan la estabilidad de España. Es importante trasladar al PP y Ciudadanos su responsabilidad», aseveró Sánchez. «La responsabilidad de PP y Ciudadanos es facilitar la investidura, no bloquear», añadió. A continuación, sí recalcó que Podemos es el «socio preferente» del que esperan «su apoyo».