Pablo Iglesias es más casta: la Cruz de Carlos III le convierte en «excelentísimo señor» de por vida
Pablo Iglesias, ex vicepresidente segundo del Gobierno y ex secretario general de Podemos, tendrá tratamiento de «excelentísimo señor» de por vida. El que llegara a la política blandiendo un discurso populista contra la «casta» adquiere otro nivel más en esta dimensión al recibir del presidente Pedro Sánchez la Gran Cruz de la Real y Distinguida Orden Española de Carlos III, máxima distinción civil otorgada bajo el lema Virtuti et Merito (virtud y mérito).
El real decreto 1194/2021, de 28 de diciembre, firmado por el Rey Felipe VI y refrendado por el presidente Sánchez, se atiene al reglamento que aprobó en el año 2002 el Gobierno de José María Aznar sobre la concesión de la Real y Distinguida Orden Española de Carlos III. Este reglamento, actualmente en vigor mediante el real decreto 1051/2002, recoge en su artículo el tratamiento a los miembros de la Orden.
Y aquí especifica que «los Caballeros y las Damas del Collar, así como los Caballeros y Damas Gran Cruz, recibirán el tratamiento de excelentísimo señor y excelentísima señora». Pablo Iglesias ha recibido la Gran Cruz, que es uno de los cinco grados existentes: Collar, Gran Cruz, Encomienda de Número, Encomienda y Cruz.
La Gran Cruz está reservada a «a los que fueran o hubieran sido presidentes del Congreso de los Diputados, del Senado, del Tribunal Constitucional y del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo, ministros del Gobierno y otras altas autoridades del Estado, así como los que tengan concedida otra Gran Cruz civil o militar española, con más de tres años de
antigüedad».
Por su parte, la concesión del Collar podrá recaer en los miembros de la Familia Real, los Jefes de Estado y de Gobierno y en aquellos ciudadanos españoles que estén «en posesión de la Gran Cruz con más de tres años de antigüedad», precisa el reglamento, que indica que los demás miembros de la Orden (Encomienda de Número, Encomienda y Cruz) tendrán el tratamiento de «ilustrísimo señor e ilustrísima señora». El Gran Maestre de la Orden de Carlos III es el Rey, y el Gran Canciller el presidente del Gobierno. El ingreso en la Orden se efectúa desde el grado de Cruz.
A diferencia de los condecorados con el Collar, que sí debe ser devuelto, cuando se produce el fallecimiento de los distinguidos con los restantes grados no obliga a sus herederos a la devolución de las insignias, aunque el óbito deberá ser comunicado para su constancia a la Cancillería de la Orden, radicada en la Secretaría General de la Presidencia del Gobierno.
El citado decreto aprobado en 2002 bajo el Gobierno de José María Aznar recoge que la Real y Distinguida Orden Española de Carlos III fue instituida por el Rey Carlos III «con el fin de condecorar a individuos beneméritos». Este decreto derogó el de 1942 con el que el régimen de Franco restableció la Orden de Carlos III y su distinción tras haber sido extinguida por la Segunda República.
«El lema del que la dotó su fundador desde su creación, Virtuti et merito, es el mejor indicativo de la finalidad de la Orden, pues serían las virtudes personales y el mérito alcanzado en el servicio a la Corona las prendas personales que debían acompañar a quienes fueran agraciados con tan Distinguida Orden», añade la normativa vigente.
Contra Felipe VI
Sin embargo, Pablo Iglesias, declarado antimonárquico, hizo apología de la república mientras se sentaba en el Consejo de Ministros. Así, siendo vicepresidente segundo, afirmó hace ahora un año que una tercera república «llegará mucho más pronto que tarde». «La república debe tener memoria pero ninguna nostalgia. República es, ante todo, juventud, feminismo y futuro», manifestó en un acto de su partido.
Además, lanzó acusaciones absolutamente infundadas contra el propio Felipe VI por «maniobrar contra el Gobierno» o romper su «neutralidad política».