El octogenario que mató a un ladrón recurre los 6 años de cárcel: «Mi vida corría evidente peligro»

José María Lomas, el octogenario que mató a un ladrón que intentó acceder a su casa y fue condenado a seis años y tres meses de cárcel, recurre la pena ante el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha. La defensa del anciano –popularmente conocido como Pepe Lomas– alega que padece una enfermedad mental grave y que disparó para tratar de ahuyentar al intruso. «Su vida corría evidente peligro, máxime tratándose de un peligroso criminal con antecedentes policiales por intento de homicidio», destaca su defensa en el recurso de apelación que desvela OKDIARIO en primicia. El asaltante al que disparó mortalmente era Nelson Ramírez, un hondureño que trató de atropellar mortalmente a un ciclista dos meses antes.

El 17 de abril de 2024, el jurado popular declaró culpable al octogenario que mató a un ladrón en su jardín. Fue condenado, como autor de un delito de homicidio con dolo eventual, a la pena de cárcel y a indemnizar a su familia con 153.000 euros. La sentencia de la Audiencia Provincial de Ciudad Real no es firme, por lo que Lomas aún no ha ingresado en prisión. El fallo, sin embargo, ha provocado una oleada de indignación social y se ha llegado a pedir el indulto de Pepe Lomas en plataformas que ya han recogido más de 19.500 firmas. 

Su defensa, que pedía la absolución, ha recurrido el fallo alegando que hubo un quebrantamiento del derecho fundamental a la defensa debido a que su letrado fue excluido de participar en el juicio y tuvo que seguir las sesiones desde las sillas habilitadas para el público. Además, para el abogado de Lomas, el jurado no tuvo en cuenta su estado de salud a la hora de emitir el fallo: «Quedó probado a lo largo de la vista oral que mi representado sufre una grave enfermedad mental […] A pesar de ello, el Jurado no apreció la eximente completa interesada, probablemente por la dificultad de entender el concepto de paranoia, enfermedad mental sumamente compleja y que tan sólo los expertos pueden detectar, pues el enfermo aparentemente se expresa sin alteración alguna». 

La defensa del octogenario que mató al ladrón aportó informes psiquiátricos y psicológicos para demostrar el estado de salud precario de Pepe Lomas. En concreto, estos documentos médicos reflejan que el anciano padece un trastorno de personalidad esquizoide con características de personalidad paranoide, así como un trastorno delirante. A ello también se suman problemas de visión, como ceguera provocada por cataratas en ambos ojos y un glaucoma en uno de ellos. 

«No veía, era un anciano prácticamente ciego, que tenía un trastorno psiquiátrico, no es una persona agresiva, no tiene antecedentes penales de ningún tipo, ni ha tenido nunca un ánimo de matar a nadie, a pesar de los múltiples asaltos que ha sufrido», señala el letrado de Lomas en el recurso de 37 páginas que ha presentado ante el TSJ ubicado en Albacete para revocar la condena.

«Preso del pánico»

El recurso también señala que el octogenario que mató al ladrón «estaba preso del pánico, dentro de su locura». Además, el escrito destaca que Pepe Lomas «podría haber elegido otra arma, un rifle que también tenía a mano, que es un arma de mucha mayor potencia y precisión». Sin embargo, el octogenario utilizó para matar al ladrón una escopeta con la que disparó en tres ocasiones.

«El ánimo de no matar, sino de defenderse, de ahuyentar a otros posibles intrusos, se evidencia por el hecho de recargar la escopeta y realizar, tras los primeros dos disparos, un tercero al aire, pues ningún rastro quedó en los muros ni en el finado. Si hubiera sido consciente de haber matado a alguien, y eliminado el peligro, no tenía ningún sentido volver al interior de la vivienda, recargar y volver a disparar al aire», explica su abogado. 

Indemnizaciones

El anciano que mató al ladrón también ha recurrido las indemnizaciones que según el fallo debe pagar a la familia del fallecido, cuya defensa la ejerce Paredes Asociados Abogados. El letrado de Pepe Lomas señala que su padre, Daniel Ramírez Mondragón, no debe recibir esta cuantía «al mostrar con su actuación su total desinterés y falta de prueba de daño moral por la pérdida de su familiar».

Para el resto de los parientes, se solicita una rebaja de las indemnizaciones. En el caso de la madre de Nelson Ramírez se pide que se le paguen 20.000 euros y para sus tres hermanos se solicita fijar la indemnización en 9.000 euros, al haber mostrado una «falta de apego y conocimiento de su hermano e hijo». «Serán indemnizados por el mero hecho de acreditar una relación de familiaridad, no porque realmente hayan sufrido ningún daño moral cuantificable», explica el abogado de Lomas, que ya ha recurrido la condena.