Los Mossos también espiaron al juez barcelonés que ahora se halla muy grave en un hospital

Mossos
Comisaría central de los Mossos d'Esquadra en Lérida. (Foto: EFE)
Carlos Cuesta

Los golpistas manejaron información del juez Ramírez Sunyer, el instructor clave en la investigación del 1-O y de sus fases preparatorias. Lo hicieron tras detectar que sus seguimientos, pinchazos e investigaciones avanzaban a buen ritmo. Los responsables del golpe pidieron esa información a los Mossos, tal y como sospecha la Guardia Civil. A los mismos Mossos, comandados por el mayor Trapero que, además diseñaron todo un sistema de adiestramiento a los altos cargos de la Generalitat y a sus escoltas para bloquear el avance de la investigación judicial y frenar la captura de pruebas que por esas fechas realizaba la Guardia Civil bajo orden del Juzgado número 13 de Barcelona.

Las grabaciones en poder de la Benemérita han captado fragmentos en los que los golpistas comentan la información recabada del juez Ramírez Sunyer. Una información en la que, sin dar detalles -porque ya eran conscientes de que estaban pinchados- aluden a tener conocimiento de “cosas raras” que pasaban en su Juzgado. Los guardias civiles sospechan que la única vía de obtención de esta información eran los Mossos, posiblemente, a través de la unidad que generaron de espionaje dentro de la UCRO (Unidad Central de Respuesta Operativa), una unidad que contó con furgonetas espía de última generación y con capacidad y tecnología para hackear ordenadores, mails y móviles.

Una de las conversaciones en las que la Guardia Civil ha detectado el rastro de esta información es la que sucedió el 23 de septiembre entre Carles Viver Pi Sunyer y Margarita Gil. Sucedía después del registro del Departamento de Economía y del asalto a los coches de la Benemérita. “Cuixart había dicho que estos días no entren en la escalada de provocación y que no debía haber manifestaciones ni nada, quedando claro que la estrategia política del Gobierno catalán y de todo el movimiento independentista era mantener la calma”, destacó en su informe la Guardia Civil. “En el minuto 3:44 Carles dice que este número que tiene que desaparecer próximamente […] que se lo han tomado muy en serio, que ya les dijo a los secretarios que les pasaran a todos los nuevos teléfonos, que han cambiado”, comenta Pi Sunyer. Ella se pone nerviosa y pregunta por las actuaciones judiciales. Pi Sunyer contesta que “le han confiscado el teléfono y el ordenador, el teléfono en busca del WhatsApp y esas cosas, pero que él lo había limpiado […] así que no encontrarán grandes cosas”.

En en ese momento donde ambos implicados el golpe aluden al juez. Con gran disimulo comentan datos “del juez de instrucción número 13 de Barcelona que lleva la causa, que ya le avisó ella a Carles como era y que hace cosas raras”. La conversación no entra en más detalles dentro del especial cuidado que tenían de no mencionar temas delicados ante la evidencia de que ya todo estaba siendo grabado.

La sospecha de la Benemérita se suma al hallazgo de que los Mossos diseñaron un esquema de protección de los golpistas y obstrucción a la Justicia bajo orden del “mayor”. El “mayor” no podía ser otro más que Josep Lluís Trapero, como señala en sus investigaciones la Guardia Civil. El plan se basaba en adiestrar a los investigados para eludir las actuaciones del juez y escapar a las actuaciones policiales, como detalla la documentación a la que ha tenido acceso OKDIARIO. Tanto escoltas como investigados fueron preparados para obstruir al máximo las órdenes del Juzgado número 13 de Barcelona que estaba cercando ya a los golpistas.

El plan se puso en marcha, de nuevo, tras el registro al Departamento de Economía del 20 de septiembre y tras percatarse los Mossos de que los teléfonos de algunos de los protagonistas de la preparación del golpe como Josep Maria Jové, Salvadó Tenesa, Francesc Nutrias o Pi-Sunyer estaban siendo pinchados, sus rutas controladas y sus reuniones monitorizadas.
“A raíz de las actuaciones policiales llevadas a cabo, la actividad telefónica de los números de abonado utilizados por los investigados descendió notablemente”, señala el informe de la Guardia Civil que ya ha sido entregado a la Justicia.

Las causas estaban claras: “Además, tal y como se refleja en algunas de las llamadas telefónicas registradas a los investigados, han contado con la colaboración de miembros de la policía autonómica catalana que les han informado de las técnicas policiales utilizadas en las investigaciones policiales como escuchas telefónicas, instalación de micrófonos, etc.”, apunta la policía judicial.

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