ELECCIONES 28M

Los Mossos evacúan a Vox de un ayuntamiento de Barcelona tras sufrir un asalto de la CUP

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Pelayo Barro

Escenas de tensión en el ayuntamiento barcelonés de Sant Just Desvern, gobernado por el PSC, donde un grupo de radicales pertenecientes a los círculos de la CUP ha asaltado las instalaciones tras constatar que dentro se estaba llevando a cabo una reunión preparatoria de las elecciones del próximo 28 de mayo. Un encuentro al que el actual equipo de gobierno había invitado a los miembros y candidatos de Vox, que se convirtieron en objetivo de los radicales. La Policía Municipal, desbordada por el número de asaltantes, tuvo que pedir refuerzo a los Mossos d’Esquadra para evacuar a los miembros del partido de Santiago Abascal por una puerta trasera. Esta misma semana, el líder de Vox en Cataluña advertía que «como en todas las campañas», en la del 28M habría «violencia política» contra los miembros de la formación.

En plena celebración de la reunión, un grupo de una veintena de radicales accedieron por la fuerza al ayuntamiento y entraron en la sala donde se celebraba la reunión con intención de pararla. Recriminaban al alcalde que hubiese permitido la presencia de miembros de Vox y le pedían la dimisión por su «complicidad» con la formación que preside Santiago Abascal.

Según el relato policial de los agentes que participaron en esta actuación, los ánimos se fueron caldeando hasta que los insultos a los miembros de Vox casi pasan a mayores, obligando a los miembros de la Policía Municipal presentes en el ayuntamiento a pedir refuerzos urgentes a los Mossos d’Esquadra.

Poco después se presentaron allí varias patrullas de Mossos que procedieron a desalojar «por la puerta de atrás» a los miembros de Vox, objetivo último de las iras de los independentistas. Sin embargo, pese a la agresividad del asalto, ninguno de los radicales fue detenido y abandonaron el lugar de manera voluntaria una vez que ya se había sacado a los miembros de Vox del consistorio.

Violencia política

El presidente del grupo parlamentario de VOX y secretario general del partido, Ignacio Garriga, ha advertido esta semana al presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, durante la sesión de control que «cuando se acercan las elecciones, la habitual violencia política que ejercen contra VOX y que fomentan los medios de comunicación financiados con el dinero de todos, se traslada a las calles y convierten en víctimas a los catalanes corrientes a los que impiden ejercer su libertad política». Cuando pronunció esas palabras este miércoles, aún no se habían producido los sucesos en Sant Just Desvern.

Por otra parte, ha asegurado que «no nos vamos a callar y tampoco vais a poder callar a la mayoría de catalanes a los que habéis condenado a la inseguridad y la precariedad», refiriéndose al cordón antidemocrático que sufre la formación.

Garriga ha denunciado que «tenemos a delincuentes gobernando Cataluña que siguen viviendo con el dinero de sus impuestos mientras nos llevan a todos a la ruina, protegen a Serret y atacan a los que defienden la legalidad y ejercen libremente su derecho a la participación política». También ha apuntado que «su gobierno pasará a la historia como el gobierno que más y mejor ha hecho por mejorar la vida de los delincuentes».

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