Moncloa impide a Juan Carlos I acudir al juramento de la princesa Leonor en el Congreso
Tampoco podrá asistir a la jura de la bandera de la Princesa Leonor en la Academia Militar de Zaragoza
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El Gobierno impide que Juan Carlos I, abuelo de la Princesa Leonor, asista en el Congreso a la jura de la Constitución de la heredera de la Corona el próximo 31 de octubre. El Rey emérito había manifestado su deseo de estar presente en este acto solemne de las Cortes que, según establece la Carta Magna, se debe celebrar el día que la heredera cumple 18 años.
El Ejecutivo, el Congreso y la Casa Real hace varios días que trabajan en este evento, el principal en una jornada repleta de celebraciones. Tras el acto protocolario ante las Cortes, en una sesión plenaria conjunta de Congreso y Senado, la princesa Leonor recibirá el Collar de la Orden de Carlos III en una ceremonia en el Palacio Real en presencia de los poderes del Estado. A dicha ceremonia seguirá un almuerzo con una representación de las más altas autoridades del Estado. En ninguno de estos actos, según la petición que trasladó Moncloa a Zarzuela, puede participar el abuelo de la futura Jefa del Estado.
De esta forma, Juan Carlos I sólo podría acompañar a su nieta en la celebración familiar privada que tendrá lugar cuando finalicen todos los actos protocolarios. Así, tanto el presidente del Gobierno en funciones como los presidentes del Congreso y el Senado evitarán tener que coincidir con el Rey emérito.
Juan Carlos I, que ahora se encuentra temporalmente en Galicia de vacaciones en casa de su amigo Pedro Campos, volverá a España para participar en la celebración familiar. Una fiesta más íntima que se desarrollará en El Pardo y a la que Felipe VI también ha invitado a sus hermanas y a los abuelos maternos de la Princesa.
Cuando el Gobierno supo que el Rey emérito iba a estar en Madrid ese día, informado por Zarzuela, Moncloa ya trasladó a la Jefatura del Estado su incomodidad por la posible foto con él. Algo de lo que se dio traslado al padre del Rey Felipe, que «sigue insistiendo» en «su derecho» a estar presente en las Cortes, como también durante la jura de la bandera de la princesa Leonor en la Academia General Militar de Zaragoza, acto que tendrá lugar el próximo 7 de octubre y al que también le han prohibido acudir.
Juan Carlos I quería aprovechar su presencia estos días en España para viajar a la capital aragonesa y acompañar a su nieta en un acto tan importante para su carrera militar. Pero el Gobierno y la Casa del Rey lo rechazan. Serán únicamente los padres de la princesa Leonor, los Reyes Felipe y Letizia, quienes la acompañarán.
Incomodidad con Juan Carlos I
La presencia o no de Juan Carlos I en dichos actos públicos no es sólo incómoda para La Moncloa. También lo es para Zarzuela. Desde que el Rey emérito decidiera fijar su residencia fiscal en Abu Dabi, empujado por las revelaciones de OKDIARIO, padre e hijo no han parecido juntos y solos en público. Únicamente aparecen ambos en el mismo acto en el funeral de la Reina Isabel II, en la Letizia estaba entre los dos.
Meses antes estuvo en la residencia oficial de los Reyes en Madrid, para cenar con toda la familia -el primer contacto que tuvieron tras su marcha-, pero de ese encuentro privado no se distribuyeron imágenes. Tras la cena, salió de La Zarzuela en coche y viajó esa misma noche en un vuelo privado hacia los Emiratos Árabes Unidos.
Todo indica, según distintas fuentes consultadas por este periódico, que el 31 de octubre ocurrirá lo mismo. Es decir, que tras la celebración del decimoctavo aniversario de la princesa Leonor, el Rey Juan Carlos I vuelva a subirse a un avión privado para volver a su residencia habitual, sin hacer noche ese día en Madrid, aunque, de hacerlo, podría ir a casa de su hija Elena o a la de algún amigo. De hecho, desde que se marchó a Abu Dabi no ha dormido ninguna noche en la capital de España.
El lugar donde debería pernoctar es uno de los temas que generan más fricciones entre su hijo y él. El ex jefe del Estado, según las mismas fuentes, habría pedido poder dormir en la que fue su residencia durante su estancia en Madrid a finales de octubre. Pero, por ahora, la Casa del Rey no ve con buenos ojos que se aloje en La Zarzuela. Una prohibición que el padre del Rey «no entiende».