La militancia del PSOE grita a Sánchez: «¡Con Rivera, no!»
Pedro Sánchez asiente a la petición de sus bases asegurando que "creo que ha quedado bastante claro"; sin embargo, no cierra la puerta al apoyo de los separatistas con respeto a la Constitución.
«¡Con Rivera, no!». Ha sido el grito unánime de los miles de simpatizantes que se han concentrado en la sede del PSOE en Madrid para escuchar las primeras palabras de Pedro Sánchez tras la contundente victoria del PSOE.
El secretario general del PSOE ha conseguido ganar las elecciones once años después, apenas dos años y medio después de haber sido desterrado del cargo, pero no con la fuerza necesaria para hacerlo en solitario, como había pedido durante la campaña. Es la séptima victoria del PSOE en democracia, la gasolina que necesitaba Sánchez para continuar en La Moncloa.
El aumento de más de un millón y medio de votos, y los buenos resultados en territorios clave para garantizar la gobernabilidad, como Andalucía y Cataluña, han allanado el camino a Sánchez para lograr los 123 diputados que le permitan mantener el gobierno que ganó hace nueve meses tras ganar la primera moción de censura de la historia en España, con tan solo 84 escaños. Ante los afiliados, Sánchez ha garantizado que «no vamos a poner cordones sanitarios», pero advierte de que «se tendrá que respetar la Constitución española y avanzar en la justicia social». Además, ha recordado que la victoria de hoy es «en defensa de los derechos y libertades que durante estos cuarenta años hemos conquistado».
El secretario general socialista ha reclamado una vez más que «no queremos la involución ni el retroceso», sino «un país que avance y mire al futuro» porque «a su juicio, con la victoria del PSOE en estas elecciones «ha ganado el futuro y ha perdido el pasado». Ha prometido «un gobierno proeuropeo para fortalecer y no debilitar Europa». A Europa también se ha dirigido para decirles que «hemos sabido parar a la ultraderecha».
Tras afirmar que «ha ganado una España plural, diversa, que ama la igualdad pero reconoce su diversidad», Sánchez ha recordado que, tras la celebración del «gran día, nos queda el 26 de mayo» para reclamar «mayorías progresistas al frente de las comunidades autónomas».
Reivindica al PSOE del que «hace muchos años nos decían que este partido no tenía futuro» y al que hace responsable de haber «lanzado un mensaje de que se puede ganar a la involución y al totalitarismo».