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Una década después del asesinato de Miguel Ángel Blanco, su familia decidió trasladar sus restos mortales, a los que había dado sepultura en su Ermua (Vizcaya) natal, al municipio gallego de La Merca, en Orense, debido a varios episodios de vandalización de la lápida.
«Algunos sinvergüenzas pintarrajearon y rayaron la placa», recuerda el que fuera alcalde de Ermua en el momento de secuestro del concejal popular, el socialista Carlos Totorika. Por su parte, su hermana Marimar Blanco no alcanza a comprender las cotas de maldad de a quienes «no les sirve solamente con arrebatarle su vida, sino que una vez muertos continúan humillándoles, es lamentable».
Así, por culpa de los cachorros del brazo político de ETA, socios del Gobierno de Pedro Sánchez, que se dedicaron a atacar la tumba de Blanco, el concejal descansa ahora a 600 kilómetros de su pueblo, en la localidad gallega que vio nacer a su madre.
El traslado, tal y como recogen las crónicas de la época, se hizo en noviembre de 2007 en la más estricta intimidad, pues no quería la familia revivir el dolor de volver a enterrar a Miguel Ángel a ojos de todos.
En concreto, los restos mortales del concejal, que murió el 13 de julio de 1997 como consecuencia del impacto en la cabeza de dos balas que había disparado un día antes el etarra Francisco Javier García Gaztelu, alias Txapote, se encuentran ahora en el nicho familiar del cementerio parroquial de Faramontaos.
Tal y como contaba su tío Aurelio Garrido, encargado de cuidar el nicho, con motivo de varios aniversarios de la tragedia, no hay mes en el que la lápida de Miguel Ángel Blanco no aparezca con flores venidas de todos los rincones de España.
Este domingo, cuando se cumplen 25 años del secuestro del concejal, un episodio que cambiaría para siempre la percepción social del terrorismo etarra en España, el Ayuntamiento de Ermua ha organizado un homenaje en el que van a estar presentes sus Majestades los Reyes de España, su hermana Marimar Blanco y el presidente del Gobierno Pedro Sánchez, ese que pacta con el entorno de quienes obligaron a trasladar los restos mortales de Miguel Ángel a Galicia.
La ofrenda floral, tal y como han explicado a OKDIARIO desde el Consistorio, se hará en el monolito que recuerda al concejal aunque, a buen seguro, en la pequeña localidad de La Merca alguien depositará también flores en su tumba. A 600 kilómetros del que fuera su hogar.