La Ley ‘solo sí es sí’ de Montero condenaría a arresto domiciliario a los alumnos del Elías Ahuja
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El cántico machista de unos alumnos del colegio mayor Elías Ahuja se ha convertido en una cuestión de Estado para el Gobierno socialcomunista. La delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell, ha explicado que si se aplicara la Ley ‘sol sí es sí’ de Irene Montero los estudiantes serían condenados a trabajos en beneficio de la comunidad o arresto domiciliario de entre 5 a 30 días.
La izquierda ha montado todo un escándalo por una broma, de mal gusto, que unos estudiantes veinteañeros dedicaron a otras compañeras de otro colegio mayor. Las propias alumnas salieron en tromba a defender a sus amigos, y gracias a esto los jóvenes no podrán ser sentenciados con la polémica Ley de Garantías de la Libertad Sexual.
La noticia sobre los cánticos del Elías Ahuja saltó a la palestra el pasado jueves, sólo un día antes de que la Ley ‘sol sí es sí’ entrara en vigor. Es por esto que no se podría aplicar, pero Rosell ha explicado que si alguna de las mujeres afectadas denunciara se aplicaría la nueva norma y los jóvenes serían condenados por «un delito leve» a «condenas leves».
Esas «condenas leves» para la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género son trabajos en beneficio de la comunidad o localización permanente (arresto domiciliario), en ambos casos en un periodo de entre 5 a 30 días.
Rosell ha tachado el caso de «terror sexual», un ejemplo de cómo se «pretende disciplinar a las mujeres, no solo individualmente, sino colectivamente». Y ha señalado la importancia de la educación sexual, recogida con la nueva ley en todas las etapas, incluido el ámbito universitario.
La defensa de las mujeres de sus compañeros es para la delegada del Gobierno «la mejor muestra de que el terror sexual funciona» porque «lo han normalizado» y se han «socializado en este terror sexual». Por eso dice que no se las responsabilice porque «no lo ven». «Cuesta verlo como les pasa a las víctimas de violencia de género. Entiendo que piensan que si alguna saca la cabeza intuye que será castigada por eso», ha apuntado.