La ley de Género andaluza prepara una criba para premiar a los funcionarios afines al feminismo radical

Se trata de la misma norma que ha generado ya un conflicto entre los partidos que negocian la gobernabilidad de la Junta de Andalucía en manos de Juanma Moreno. Y es que VOX se ha negado a respaldar el acuerdo mientras que no haya un compromiso de transformar una norma que extiende la presunción de culpabilidad al hombre y que plantea incluso programas de tratamiento psicológico a los hombres sin el más mínimo control judicial y sin existir ni tan siquiera una mera denuncia.

Pero esa norma aprovecha además para regular todo un plan de ideologización de los empleados públicos andaluces. Lo plasma en la reforma del artículo 8 de la ley de violencia de género, donde recoge un “plan integral de sensibilización y prevención contra la violencia de género”.

En Andalucía la polémica ley regula la “formación y especialización de profesionales de los distintos sistemas públicos de promoción y protección social, con el objetivo fundamental de garantizar una formación suficiente y permanente que les permita la prevención, la detección precoz, la atención, la recuperación de las víctimas y la intervención con hombres para prevenir la violencia de género”. E igualmente recoge un cambio en el artículo 20 para garantizar la “formación de profesionales y del personal de la Administración de la Junta de Andalucía”.

Así, “la Administración de la Junta de Andalucía, bajo la coordinación de la Consejería competente en materia de violencia de género, contemplará programas formativos en materia de violencia de género dirigidos a su personal en general, incorporando la perspectiva de género”, factores todos ellos que serán tenidos en cuenta en la asignación de puestos y promociones.

Y añade: “Las pruebas de acceso a la función pública en la Comunidad Autónoma de Andalucía incluirán como materia la violencia de género, sus causas y sus consecuencias, teniendo en cuenta el objeto del trabajo y las competencias que se vayan a desarrollar”. Traducido: que los nuevos empleados públicos tendrán que adaptarse a la ideología de género si de verdad quieren ser empleados públicos andaluces.