Julian Assange cuestiona la veracidad del documento y pide la dimisión del director de ‘El Periódico’
Julian Assange ha pedido en Twitter la dimisión del director de El Periódico, Enric Hernández, tras la publicación por parte del rotativo catalán de un supuesto documento en el que la CIA alertaba a los Mossos del atentado de Las Ramblas. El fundador de Wikileaks, refugiado desde hace más de cinco años en la embajada de Ecuador en Londres, ha recurrido a las redes sociales para pedir la dimisión de Hernández ante la evidente manipulación del escrito.
El portal especializado en filtraciones tiene serias dudas sobre la veracidad del documento, lo que le ha llevado a cuestionar abiertamente su procedencia y contenido. Hasta el mismo Hernández ha admitido públicamente que ha habido manipulación, intentando soslayar la comprometida situación con argumentos tan peregrinos como que no se había respetado la tipografía original del escrito, pero defendiendo la autenticidad del mismo.
Paper publishes highly suspect US intelligence document on ISIS attack in Barcelona ahead of Catalan referendum. https://t.co/Z5hHvVsreo pic.twitter.com/hBW05FTBIl
— WikiLeaks (@wikileaks) August 31, 2017
El análisis de Assange sobre el documento cobra especial relevancia al tratarse de alguien muy curtido en calibrar este tipo de escritos. Nadie mejor que él conoce los entresijos de las filtraciones secretas, que han sido la bandera de Wikileaks desde su creación hace una década. Una sucesión de escándalos, casi siempre vinculados a las administraciones de Bush y Obama, que hicieron de su fundador un fugitivo de la justicia estadounidense por publicar información altamente sensible, obligándole a peregrinar por diversos países hasta que se refugió en la embajada ecuatoriana en la capital londinense hace ya más de un lustro.
El documento publicado por El Periódico causó este jueves un lógico revuelo pero las sospechas no tardaron en cernirse sobre él cuando habían transcurrido sólo unas horas. La autenticidad empezó a ser cuestionada, sobre todo al detectarse palabras que no podían corresponder nunca a un escrito elaborado originalmente en inglés. La sombra de la manipulación fue creciendo y, primero Wikileaks y luego el propio Assange, han puesto en entredicho su fiabilidad.