España

El juez sospecha que Exteriores engañó al Estado Mayor en la entrada del líder del Polisario en España

El titular del Juzgado de Instrucción 7 de Zaragoza, Rafael Lasala, sospecha que el que fuera mano derecha de la ex ministra Arancha González Laya, el diplomático Camilo Villarino, ocultó información al general segundo jefe del Estado Mayor del Aire, Francisco Javier Fernández Sánchez, para que el líder del Polisario, Brahim Ghali, entrara en España sin control «de Aduanas o Inmigración».

Fuentes judiciales consultadas por OKDIARIO, manifiestan que el magistrado, tras analizar los mensajes de WhatsApp intercambiados entre Villarino y el mando militar, aprecia que el teniente general desconocía la identidad del líder del Frente Polisario cuando éste aterrizó en la base de Zaragoza tras volar en un avión medicalizado procedente de Argelia. Por este motivo, añaden las mismas fuentes, el instructor ha citado al teniente general como testigo y no como investigado.

El magistrado Lasala ha citado como investigado al ex jefe de gabinete del Ministerio de Asuntos Exteriores, Camilo Villarino, por, presuntamente, impulsar un plan, de la mano de González Laya, para que se hospitalizara en Logroño a Brahim Ghali después de que entrara a España sin identificación. El diplomático fue el encargado de ejecutarlo. Así lo admitió él mismo en una respuesta al juez zaragozano que trata de aclarar las circunstancias en que se produjo la entrada del líder saharaui en territorio español.

El entonces jefe de gabinete de Laya, como reveló en exclusiva OKDIARIO, confesó que contactó con «el general segundo jefe del Estado Mayor del Aire, Francisco Javier Fernández Sánchez», para que no hiciera «trámite de Aduanas o Inmigración». El texto de la declaración destacaba que «la persona que se comunicó por vía telefónica con el Estado Mayor del Aire el día 18 de abril fue quien suscribe, Camilo Villarino Marzo, director del gabinete de la ministra» en aquel momento. Villarino fue destituido tras la sustitución de González Laya por José Manuel Albares como nuevo ministro de Asuntos Exteriores.

El teniente general Francisco Javier Fernández añadió, en un escrito remitido al juez, que la orden del diplomático Camilo Villarino, para recibir en la Base de Zaragoza el avión de Argelia en el que viajaba Ghali, no sólo se transmitió vía telefónica, sino que también recibió mensajes de texto remitidos por Villarino. El juez ha analizado el contenido de los mismo y ha llegado a la conclusión de que el mando militar desconocía la identidad de la persona que viajaba en la aeronave.

Las mismas fuentes explican que el próximo día 13 de septiembre, nueva fecha fijada para que el teniente general declare en calidad de testigo, el magistrado centrará el interrogatorio en tratar de averiguar si el Ministerio de Exteriores engañó, al ocultar información, a un miembro del Ministerio de Defensa para que cumpliera una orden que ha provocado una crisis diplomática sin precedentes con Marruecos.

Ghali, en España

La llegada del líder del Frente Polisario se produjo el pasado 18 de abril. Ese día, Ghali aterrizó en la base militar de Zaragoza tras volar en un avión medicalizado procedente de Argelia. Su siguiente escala fue el Hospital San Pedro de Logroño, pero allí ingresó ya con nombre falso para no ser identificado.

La entrada en España fue planificada con mimo. El gabinete de la ministra de Exteriores, que contó con el beneplácito de Pedro Sánchez, fue el impulsor directo del plan para que se hospitalizara en Logroño a Brahim Ghali sin identificación en Aduanas o Inmigración. De hecho, ese gabinete fue el que preparó el dispositivo para eludir los controles en caso de surgir problemas en el tránsito.

El líder del Frente Polisario entró a través de una base militar, lo que, según Exteriores, permitiría la máxima discreción. Sin embargo, sus planes quedaron frustrados. Marruecos se enteró de su presencia en España y esto provocó una crisis diplomática. El pasado 17 de mayo, el país magrebí abrió la frontera con Ceuta provocando la entrada de más de 10.000 inmigrantes irregulares, muchos ellos menores de edad.