EXTERIORES

La mano derecha de Laya ordenó al Estado Mayor traer a Ghali sin «trámite de aduanas o inmigración»

Fotomontaje con González Laya Brahim ghali
La ministra de Exteriores, Arancha González Laya, y el líder del Polisario, Brahim Ghali.
Carlos Cuesta

Camilo Villarino, el jefe de Gabinete de la ya recién cesada ministra de Asuntos Exteriores Arancha González Laya fue el encargado de orquestar la llegada a España del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, sin control “de aduanas o inmigración”. El documento que hoy hace público OKDIARIO muestra la declaración del propio Villarino, en la que confiesa que fue él quien contactó con el “general segundo jefe del Estado Mayor del Aire, D. Francisco Javier Fernández Sánchez” para que no hiciera “trámite de aduanas o inmigración”. Lo hizo a pregunta del propio general porque, según la persona de máxima confianza de la ex ministra González Laya, “esta respuesta era perfectamente coherente tanto con la práctica establecida como con la legislación vigente aplicable”.

La declaración de Camilo Villarino es rotunda y se encuentra ya a disposición del Juzgado de Instrucción número 7 de Zaragoza. El texto destaca que “la persona que se comunicó por vía telefónica con el Estado Mayor del Aire el día 18 de abril fue quien suscribe, Camilo Villarino Marzo, director del Gabinete de la ministra”. Lo era, efectivamente en aquel momento. Ahora ha sido ya cesado con motivo de la sustitución de la Ministra González Laya por José Manuel Albares como nuevo responsable del Departamento de Asuntos Exteriores.

El texto señala igualmente que “en el curso de las comunicaciones relativas a la llegada del avión objeto de interés [el que trasladó a España al líder del Frente Polisario, Brahim Gali] a lo largo del día 18 de abril entre quien suscribe y el entonces general segundo jefe del Estado Mayor del Aire, D. Francisco Javier Fernández Sánchez, éste preguntó sobre las 17:30 horas si queríamos (MAUC) que se hiciera trámite de aduanas o inmigración. Quien suscribe le contestó que no era preciso, siendo esta respuesta perfectamente coherente tanto con la práctica establecida como con la legislación vigente aplicable”.

El que suscribía y firmaba era, efectivamente, Camilo Villarino Marzo, el que fuera mano derecha y persona de máxima confianza de la ex ministra de Exteriores, González Laya.

Hay que recordar que la ministra de Exteriores Arancha González Laya fue señalada por Marruecos desde el primer momento como la causante de la crisis diplomática generada por la ayuda al líder del Frente Polisario. Y es que, como publicó OKDIARIO desde el inicio, y ahora confirma judicialmente su propia mano derecha, su gabinete fue el impulsor directo de los mecanismos para que se hospitalizara en Logroño a Brahim Ghali sin identificación en aduana o inmigración. De hecho, ese gabinete fue el que preparó el dispositivo para eludir los controles en caso de surgir problemas en el tránsito.

El líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, de hecho, contaba con una discreción que no pudo tener. Marruecos se enteró de su presencia en España. Y lo hizo pese a los intentos de la ministra de Exteriores por eludir la publicidad y la transparencia.

La polémica llegada de Ghali

La llegada del líder del Frente Polisario se produjo el pasado 18 de abril. Ese día, Ghali aterrizó en la base militar de Zaragoza tras volar en un avión medicalizado procedente de Argelia. Su siguiente escala fue el Hospital San Pedro de Logroño, pero allí ingresó ya con nombre falso para no ser identificado.

La entrada en España fue planificada con mimo. El permiso presidencial, de Pedro Sánchez, sirvió para que el gabinete de la ministra de Exteriores emitiera órdenes sin problema alguno. Y la llegada a una base militar cerraba el círculo: no entraba por un circuito ordinario con controles y aduanas estándar. Lo hacía a través de una base militar.

El punto débil fue, a partir de ese momento, una posible identificación en Logroño o, como ocurrió, y, con ello, el conocimiento por parte de Marruecos. Hay que recordar que Ghali tuvo que responder ante la Justicia española a causa de dos querellas por presuntos delitos de violación, asesinato, lesiones, detención ilegal, terrorismo, torturas, desapariciones y lesa humanidad.

Es más, el líder del Frente Polisario había sido previamente denunciado por una refugiada saharaui que le acusó de violación y torturas, tal y como mostró una entrevista realizada por OKDIARIO. La Policía, de hecho, tras el conocimiento de la presencia de Ghali en España procedió a entregarle la cédula de citación para declarar ante el juez Pedraz el 1 de junio. Y el líder del Polisario se negó a firmar el documento, precisamente, ante su desconcierto por el filtrado de todos sus datos. Algo normal si se tiene en cuenta que, efectivamente, él contaba con una discreción garantizada oficialmente y que no se ha podido mantener.

Posteriormente tuvo que acabar declarando y acto seguido tomó un vuelo que lo llevó de vuelta a Argelia.

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