España

Un juez ordenó investigar por «terrorismo» a los líderes polisarios un día después de irse de España

El Juzgado de Instrucción número 2 de Logroño ha iniciado diligencias por “terrorismo genérico” contra el líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, y su número 2, Salem Lebsir, cazado por OKDIARIO en el hospital durante toda la estancia de Ghali en España. Las diligencias, eso sí, han sido adoptadas, justo, un día después de que Ghali abandonase España. Justo cuando ya, los responsables del Frente Polisario son prácticamente intocables.

El auto, al que ha tenido acceso OKDIARIO, señala la fecha del “dos de junio de dos mil veintiuno”. Y la polémica salida del líder del Frente Polisario se produjo el uno de junio. El juzgado destaca que “en este órgano judicial se han recibido las actuaciones que preceden en virtud de denuncia de particular, por un presunto delito de terrorismo genérico”.

El texto judicial añade que “los hechos que resultan de las anteriores actuaciones presentan características que hacen presumir la posible existencia de delito de terrorismo genérico, cuya instrucción corresponde a este órgano judicial, según los artículos 14.2 y 15 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, y demás normativa concordante”.

Lo llamativo es que el líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, abandonaba España en la madrugada del 1 al miércoles 2 de junio, con toda urgencia, en un avión que había despegado desde Pamplona rumbo a Argel. Se desplazó hasta allí desde Logroño, donde había estado ingresado desde finales del mes de abril para ser tratado del coronavirus del que se infectó en Argelia. De esta forma se ponía fin a la polémica estancia del líder del Frente Polisario en España, un episodio que ha hecho estallar una crisis diplomática con Marruecos que alcanzó su culmen con la entrada de 12.000 personas de forma ilegal en Ceuta en un movimiento permitido e impulsado por el régimen alauí.

Ghali regresó al país norteafricano en un avión de una delegación diplomática que tenía previsto en España para recogerle y trasladarle a Argel, donde seguirá recuperándose del Covid-19. El avión partió desde Pamplona en la madrugada de este miércoles y es un avión civil francés fletado por Argelia. Ghali llegó al aeropuerto en ambulancia desde Logroño a las 22:50 horas de ese martes 1 de junio.

La aeronave que se llevó a Ghali de vuelta a Argel era el vuelo ARL915 medicalizado, procedente de Burdeos, en Francia. Se trataba de un Hawker Beechcraft 1000, de la compañía de ambulancias aéreas Airlec Ambulance. Aterrizó en Pamplona pocos minutos pasada la medianoche y despegó rumbo a Argelia en torno a la 1:30 horas de la madrugada.

Por la mañana de ese mismo martes otro vuelo había intentado entrar en España también procedente del país norteafricano y que tuvo que dar la vuelta a la altura de Ibiza por carecer de los permisos necesarios. Pero, sea como sea, lo cierto es que quedó muy clara la urgencia de la salida de Ghali.

Pasaporte falsificado

Para colmo, y como también publicó este diario, el juez José Carlos Orga, titular del Juzgado de Instrucción nº3 de Logroño, investigaba si Brahim Ghali, líder del Frente Polisario, llegó a España el pasado 18 de abril con un pasaporte falsificado, tal y como se desprende de un auto judicial, al que ha tenido acceso OKDIARIO, a raíz de una denuncia interpuesta por el sindicato Manos Limpias. Y esa decisión judicial fue adoptada un 26 de mayo, días antes de que el juez Santiago Pedraz, de la Audiencia Nacional, permitiera la polémica salida del militar saharaui a través de Pamplona.

“Los hechos que resultan de las anteriores actuaciones presentan características que hacen presumir la posible existencia de delito de falsificación por particular de documento público o mercantil, cuya instrucción corresponde a este órgano judicial”, arranca el auto, fechado el 26 de mayo. “No estando determinadas la naturaleza y circunstancias de tales hechos ni las personas que en ellos han intervenido, es procedente incoar diligencias previas”, señalaba el auto. Pese a todo ello, Ghali ya no está en España par dar cuenta de nada.