Caso Dina-Iglesias

El juez constata que la tarjeta de Dina llegó destruida a la empresa de Gales que intentó recuperarla

caso Dina-Iglesias

La empresa británica Recuperación Express, con la que contactó la pareja de Dina Bousselham para recuperar el contenido de la tarjeta SD que le entregó Pablo Iglesias destruida internamente, ha remitido al juez Manuel García-Castellón un informe de 40 páginas en el que confirma que la micro SD Samsung 32 GB llegó «irrecuperable» en septiembre 2017, un año y nueve meses después de que el presidente del Grupo Zeta, Antonio Asensio, se la proporcionara al vicepresidente. Según la empresa, «no se podía acceder a través del software especializado en recuperación de datos».

El técnico Arron James Evans, trabajador de la empresa de Gales, declara en el informe remitido al juez que tras un exhaustivo análisis de la tarjeta comprobó que la misma era  «irrecuperable» y la remitió al departamento de I+D el 29 de septiembre a las 15:01 horas.

Y añade: «Puedo afirmar que cuando la tarjeta de memoria SD llegó a nosotros estaba físicamente intacta, no tenía cortocircuitos, pero no se pudo recuperar el contenido de la misma utilizando el software de recuperación de datos especializado».

Después de haber investigado las diversas exposiciones, asegura que:

a) Una tarjeta de memoria Samsung EVO 32 Gb Micro SD fue recibida en nuestras oficinas en Bridgend de un cliente llamado Ricardo S. Ferreira el 29’h septiembre 2017.

b) El dispositivo estaba físicamente intacto, no tenía cortocircuitos pero no se podía acceder a través de nuestro software especializado en recuperación de datos.

c) El recubrimiento de plástico que cubre los pasadores se eliminó para exponer una fila de pares de pasadores.

d) El dispositivo fue devuelto al cliente y no se hizo ningún cargo por la evaluación

Extracto del informe remitido al juez Manuel García-Castellón en el que aparece la tarjeta SD.
Extracto del informe remitido al juez Manuel García-Castellón en el que aparece la tarjeta SD.

Otro testigo declara que «el proceso normal que se emplea para recuperar el contenido de una tarjeta de memoria es evaluar primero si el dispositivo es seguro para conectarse a un ordenador, esto se hace comprado si existe un cortocircuito o si físicamente puede observarse dañada. Si la micro SD ha superado este examen, se coloca el dispositivo en un ordenador para intentar acceder al contenido utilizando un software especializado en la recuperación de datos». Fue en ese punto en el que el técnico se percató que no podía recuperar el contenido de la tarjeta de la ex asesora de Podemos.

Y añade: «Este proceso no era agresivo y no alteraría físicamente la tarjeta. Si ese proceso se realizara correctamente, simplemente accedería a los datos, que se trasladarían a otro dispositivo de almacenamiento». En el caso de que esto falle, se procede a la retirada de una delgada capa de recubrimiento. Esto fue lo que se hizo con la tarjeta de Dina Bousselham.

Así se lo comunicaron los responsables de la empresa a Ricardo Sa Ferreira, entonces pareja de la ex asesora de Iglesias, en un correo electrónico remitido el 2 de octubre de 2017: «Nuestros ingenieros especializados en memorias Flash y dispositivos, a pesar de los numerosos intentos, no han podido identificar el problema. Es obvio que se trata de una situación más compleja y que requerirá una investigación más profunda. Vamos a trasladar la tarjeta al equipo de I+D para proceder a la recuperación. El trabajo que vamos a realizar requiere una alta especializaron y no siempre es positivo, la probabilidad de una exitosa recuperación es aproximadamente del 70%» cuyo coste superaría los 300 euros más IVA. Sin embargo, Ricardo Sa Ferreira rechazó esta opción y la empresa le devolvió la tarjeta sin realizarle cargo alguno.

Sobre en el que se envió la tarjeta de Dina Bousselham.
Sobre en el que se envió la tarjeta de Dina Bousselham.

Dina Bousselham aseguró en su declaración ante el juez Manuel García-Castellón realizada el 18 de mayo, que la fecha exacta en la que Iglesias le entregó la tarjeta no la recordaba pero que sabía que en cuanto se la devolvió, al percatarse que no funcionaba, se puso en contacto de manera inmediata con una empresa de recuperación. Por ello, los investigadores del caso Dina-Iglesias sospechan que el vicepresidente no le proporcionó la micro SD a su ex asesora hasta septiembre de 2017, es decir, un año y nueve meses después de recibirla él.

Por este motivo, el instructor y los fiscales retiraron al líder de Podemos su personación como perjudicado en la causa y valoraron que pudo cometer dos delitos: revelación y descubrimiento de secretos y daños informáticos. A estos dos se suma el de fraude procesal.

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