Zapatero frío con Sánchez y Rubalcaba entró por la puerta de atrás al 39 Congreso Federal del PSOE
El ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero y el ex vicepresidente Alfredo Pérez Rubalcaba entraron por la puerta de atrás al Palacio de Congresos de Madrid donde el PSOE celebra este fin de semana su 39 Congreso Federal.
El principal objetivo de esta cita es elegir y presentar a las nuevas caras que conformarán la Ejecutiva que acompañará al reelegido secretario general, Pedro Sánchez y, además, aprobar el proyecto que servirá de guía para el futuro de la sociedad.
Un PSOE de hielo
Sin embargo, el ambiente no se puede calificar como festivo. La frialdad de algunos dirigentes y el asistir pero no querer pronunciarse, ni casi ser vistos por parte de otros, anima a reflexionar sobre las heridas todavía sin cerrar. De ahí que la palabra más repetida por todos los mandatarios a su entrada haya sido «unidad». En este ‘cónclave’ se analizarán los resultados electorales. No se hizo en su momento. También sobre temas peliagudos como la plurinacionalidad.
Muchos piden que haya una verdadera «integración» y para eso tiene que haber gestos por parte de Sánchez. La confianza cuesta mucho conseguirla una vez que ha habido una decepción. Y en esta segunda etapa todos asisten con preaviso y mucho tiento.
El ex presidente Rodríguez Zapatero con un asiento de separación de Sánchez y le costó aplaudir cuando el presidente electo para este Congreso, el castellano-leonés Luis Tudanca, presentó al secretario general. Voz gélida también con los medios que se acercaron a preguntarle. El PSOE «siempre» tiene que estar dispuesto a ganar las elecciones para poder llegar a la Moncloa: «Es nuestra tradición», dijo Zapatero.
González deseó «acierto» por plasma
«¿Debería el PSOE pactar con Podemos?», le preguntaron a Zapatero. «Hay que hacerlo con la gente», esquivó el ex presidente. «¿Y la nueva Ejecutiva de Sánchez?», le preguntaron. «A mí el PSOE siempre me gusta», contestó Zapatero. Todos expectantes sin querer ‘mojarse’ ni ‘cogerse los dedos’ a la espera de las primeras medidas que realice Sánchez en su segunda etapa al frente del PSOE.
A este PSOE de hielo le acompañaron las imágenes del ex presidente Felipe González, quien apareció en el escenario a través de un vídeo para felicitar por plasma al reelegido secretario general. González deseo «acierto» a Sánchez para que el PSOE vuelva a ser el primer partido.
«Que tenga la mayor capacidad de acierto y de estrategia que nos devuelva el carácter de primera fuerza política española, porque España lo necesita y también la socialdemocracia europea», destacó. González participa como verificador junto al uruguayo José Múgica en el proceso de paz entre el Gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC.
Alfonso Guerra tampoco asistió al ‘cónclave’ socialista y muchos invitados agradecieron la presencia de Joaquín Almunia, quien señaló a los periodistas que «no estará todo el tiempo» que duré el Congreso. Sánchez suplió estos ‘huecos históricos’ invitando a los sindicatos. Tanto Pepe Álvarez (UGT) como Ignacio Fernández Toxo (CC.OO.) tuvieron su minuto en el escenario para reclamar un mayor trabajo en conjunto.
El mensaje que traen como un mantra algunas federaciones es «dejar hacer a Sánchez» y «perfil bajo». El secretario general no tendrá piedras en el camino para desarrollar las medidas que considere necesarias para rescatar al PSOE de donde lo dejó en los últimos comicios.
El presidente del 39 Congreso Federal, Luis Tudanca, se dirigió en su discurso al auditorio señalando «necesitamos todas las manos» y «remar juntos en la misma dirección». El PSOE se abre a un nuevo tiempo en el que todos quieren ayudar pero también ‘ver, oír y callar’. Estarán para cuando su secretario general los necesite, mientras se mantienen en segundo plano para que Sánchez pueda trabajar. El Congreso será un trámite más para aprobar la hoja de ruta que defendió en las primarias y que la militancia eligió. «Si es lo mejor para el partido, sólo el tiempo lo dirá», señalan tímidamente algunos dirigentes socialistas.