Javier Fernández, crítico con el PSOE de Sánchez: «Debería llevar un rumbo fijo de centro-izquierda»
El presidente asturiano, el socialista Javier Fernández, ha emplazado este domingo al PSOE a llevar un «rumbo fijo de centro-izquierda», compitiendo a su izquierda con Podemos en igualdad y por su derecha con Ciudadanos y el PP en eficiencia.
En una entrevista concedida al diario ‘El Mundo’ recogida por Europa Press, el dirigente autonómico ha recordado, tras el último Congreso Federal, que «más allá de la retórica congresual, la vocación mayoritaria debería reconducir al PSOE al centro-izquierda, que es donde siempre ha tenido éxitos electorales».
En la entrevista Fernández ha anunciado que no asistirá a la escuela de gobierno del PSOE que se celebrará en Madrid del 15 al 18 de marzo. «Tampoco me parece relevante que esté o no», ha asegurado.
El dirigente autonómico ha señalado que le parece «bien» que el PSOE plantee un acto de esa naturaleza para recuperar la unidad y conciliar posiciones. No obstante, ha señalado que esa intención «pierde verosimilitud cuando se adopta una decisión como la de Elena Valenciano». «Da la sensación de que se trata menos de un gesto que de una estrategia. Así, la política se convierte en un juego de apariencias. Creo sinceramente que eso no es bueno», ha apuntado.
Javier Fernández todavía figura en el programa de la Escuela de Buen Gobierno Jaime Vera que la dirección del partido organizará a mediados de marzo y que busca escenificar la unidad interna de la formación tras la etapa convulsa de los dos últimos años. El programa provisional de la Escuela señala que Fernández participará en la ‘masterclass’ del sábado 17 de marzo relativa a ‘La España autonómica’, presentada por el secretario de Política Federal del PSOE, Patxi López.
«Soy de manual antiguo»
Al hilo de la unidad del partido, ha reconocido que el nuevo PSOE que ha salido del Comité Federal en el que Pedro Sánchez fue escogido secretario general «no es el modelo» que él propugnaba. «La lógica de las primarias es ésta: una relación más directa entre los militantes y el líder. Yo creo más en la democracia representativa, fuera y dentro del partido. Ahora estamos en un momento en el que muchos han interpretado que la democracia directa es más democrática. Yo soy de manual antiguo», ha explicado.
Ahora, ha dicho, el PSOE tiene propuestas que deben convertirse en un proyecto y programa que Pedro Sánchez deberá defender para «convertirse en un líder social a través del proyecto y tras unas elecciones». Sin discutir que Sánchez es «el líder» del PSOE, ha distinguido entre «el líder y los referentes, personas con una larga trayectoria que personalizan los valores y los principios de la organización».
«Esas personas son las que todos conocemos… Felipe González, Alfonso Guerra, Rubalcaba, Zapatero… En ningún caso creo que nadie pueda estar pensando en renunciar a la impronta que dejaron», ha señalado.
Sin demanda social por un bable oficial
Preguntado por la posible oficialidad del asturiano o bable, el presidente del Principado ha asegurado que «no ve» una demanda social que vaya encaminada a hacer oficial la lengua. Reconociendo que en la Federación Socialista Asturiana (FSA-PSOE) «siempre ha existido esa pulsión», ha señalado que él «siempre» ha sido contrario a hacer cooficial el asturiano.
«Lo más adecuado es el actual marco de protección definido en el Estatuto y en la Ley de Uso y Promoción», ha defendido. Sin embargo ha compartido la idea de la nueva dirección del partido en Asturias, que plantea la oficialidad afirmando que no comportará ninguna imposición. «Una imposición sería no tanto defender los derechos de los hablantes, sino defender los derechos de la lengua a tener hablantes obligatorios», ha explicado, para afirmar que «eso no lo defiende el PSOE».
«Ni creo que [lo hagan] las otras dos fuerzas que proponen la cooficialidad [Podemos e IU]», ha señalado. «Ahora bien, que no haya imposiciones no quiere decir que no existan obligaciones. La cooficialidad consiste en el apoyo idéntico por parte de los poderes públicos a las lenguas que se consideren cooficiales. Eso comporta obligaciones para determinados agentes públicos. Y tiene un coste», ha subrayado.
Preguntado por la financiación autonómica, ha reiterado su postura crítica con el Cupo Vasco, afirmando que «habrá que corregirlo». «Si estuviera bien calculado y contribuyera al Fondo de Suficiencia de los Servicios Públicos, no sólo al de Compensación Interterritorial, sería neutral. Como eso no ocurre porque no contribuye y resulta evidente que existe sobrefinanciación, habrá que corregirlo», ha señalado.
También se ha referido a la situación de Cataluña, reconociendo que no ve «soluciones a corto plazo» que consigan desbloquear el momento actual. No obstante, ha apuntado hacia unos aspectos positivos en todo lo que ha ocurrido, señalando que «se ha demostrado la fortaleza del Estado y su vocación de permanencia» y que «por primera vez» la idea de pertenencia a la cultura y la identidad catalana «ya no la monopoliza nadie».
«Otra cosa se me antoja fundamental: la aparición de una españolidad desacomplejada que exhibe un patriotismo muy distinto al ultraconservador que durante tanto tiempo monopolizó la idea, los símbolos y hasta el nombre de España», ha apuntado.