Interior transmite a Covite la disposición de Zoido a recibirlos tras las críticas de Consuelo Ordóñez
La Dirección General de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo ha recordado al colectivo de víctimas del terrorismo Covite que el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, tiene abiertas las puertas de su despacho tanto para ésta como para el resto de asociaciones.
Fuentes de esta dirección general dependiente del Ministerio del Interior han explicado a Europa Press que la responsable de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo, Sonia Ramos, ha saludado este martes a Consuelo Ordóñez poco después de que la presidenta de Covite se haya preguntado por qué el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, «se niega a dar la orden de desmantelar definitivamente a ETA».
Las citadas fuentes han señalado que Zoido, que este martes no ha recibido a Ordóñez al encontrarse de visita oficial en Argelia con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, tiene abiertas las puertas de su despacho para Covite y para el resto de asociaciones de víctimas del terrorismo.
La presidenta de Covite ha portado este martes ante el Ministerio junto a otras víctimas diferentes carteles pidiendo la derrota policial de la banda terrorista. También reclamaban al Gobierno que «dé la orden de disolver definitivamente a ETA y que las Fuerzas de Seguridad sean las únicas protagonistas de su final».
Ordóñez ha denunciado que Zoido «se ha negado hasta ahora a recibir» a las víctimas de la banda terrorista y le ha emplazado a explicar «por qué este Gobierno no disuelve a ETA, por qué permite que ETA escriba el relato de su final y por qué se niega a escenificar su derrota».
«Hace siete años que ETA anunció el cese de la violencia y desde entonces el Gobierno le suplica que se disuelva», ha afirmado, para añadir que «no oímos decirles a los terroristas del Dáesh [ISIS] que se disuelvan, ni a los ladrones que dejen de robar, ni a los violadores que dejen de violar».
En este contexto, la presidenta de Covite ha recordado que «a los delincuentes no se les suplica, se les detiene» y ha denunciado que desde el anuncio del «cese de la actividad armada de ETA, el 20 de octubre de 2011, el Gobierno ha permanecido impasible ante los movimientos de la organización terrorista».
«No ha investigado la supuesta destrucción de armas por parte de ETA en diciembre de 2016 en Luhusso (Francia), pese a que podrían servir para esclarecer los casi 400 crímenes sin resolver de ETA; tampoco ha cuestionado el supuesto desarme de Bayona, puesto en entredicho por la lucha antiterrorista francesa; ha ignorado las informaciones que apuntaban a que el etarra David Urdín Pérez estaba limpiando las armas utilizadas por la banda; y ha hecho oídos sordos a las mentiras de la izquierda abertzale en torno a cambios en la política penitenciaria francesa», ha incidido.
«Teatro de la disolución»
Finalmente, Ordóñez ha alertado de que el Gobierno central «podría permitir el teatro de la disolución» de la banda terrorista con «un supuesto aval internacional», en lugar de «frenar la propaganda, desplegar la diplomacia y darnos la foto de la derrota de ETA».
En este contexto, ha advertido de que «los únicos protagonistas del final de ETA deben ser las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad» y ha afirmado que todavía «falta la operación final que termine de desmantelar la banda», porque «solo esa foto será la certificación de que la derrota se ha producido».