Interior activa la ley con la que los CDR no hubieran podido comprar material explosivo
El Ministerio del Interior quiere actualizar la Ley de precursores de explosivos que, considera, "no ha impedido adecuadamente a los delincuentes la adquisición" de material
El Ministerio del Interior ha sacado a consulta pública el ‘Anteproyecto de Ley por el que se aprueba la comercialización y utilización de precursores de explosivos’, las sustancias que en muchas ocasiones se pueden comprar en tiendas y comercios y que, mezcladas con diferentes componentes, pueden ser utilizadas con fines terroristas.
La iniciativa persigue adaptar la legislación actual al nuevo marco normativo europeo, especialmente en los asuntos relativos al control de la venta de precursores de explosivos. Entre otros objetivos, el departamento de Grande-Marlaska pone el cerco en la venta a través de la Red y plataformas online, uno de los asuntos que más preocupan a los investigadores en terrorismo.
Interior ha dado de plazo desde el pasado viernes y hasta el 10 de noviembre para que los ciudadanos, organizaciones y asociaciones que lo consideren puedan hacer llegar sus opiniones sobre los aspectos planteados.
Según Interior, la Ley actual «no ha impedido adecuadamente a los delincuentes la adquisición de precursores de explosivos»
La nueva Ley busca actualizar la normativa actual -Ley 8/2017 sobre precursores de explosivos- «puesto que se ha observado que algunas de las sustancias fiscalizadas deben tener una catalogación de riesgo superior, tratando a la vez que la actividad comercial no sufra un menoscabo».
Interior explica que el pasado 20 de junio de 2019 entró en vigor el nuevo Reglamento europeo, que será aplicable a partir del 1 de febrero del 2021, lo que «al contener una larga serie de modificaciones y novedades de interés, se hace necesaria la aprobación de una nueva Ley».
Interior pretende resolver con ello lagunas urgentes y evidenciadas tras algunas operaciones contra el terrorismo, como evitar la adquisición por particulares de precursores de explosivos restringidos fuera de los cauces legales o controlar la venta de sustancias precursoras de explosivos a través de Internet. También se reforzarán los mecanismos de información en toda la fase de la cadena de suministro, obligando a comunicar transacciones sospechosas.
Según Interior, la Ley actual «no ha impedido adecuadamente a los delincuentes la adquisición de precursores de explosivos».
Compra de explosivos
El pasado septiembre, Interior ya activó una instrucción dirigida a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para dificultar la venta de precursores de explosivos, como avanzó El País. El plan de Interior estrechaba la vigilancia e inspección sobre establecimientos como farmacias o ferreterías y otros en los que se vendan sustancias que puedan ser utilizadas para cometer un atentado.
Desde entonces, los comercios que suministren al público productos como la acetona, el ácido sulfúrico o algunos nitratos deberán registrar el nombre y los datos de identificación del comprador.
La instrucción comprendía además la colaboración de estas empresas con las transacciones sospechosas, instruyendo a sus propietarios en la detección de posibles fines criminales. Esos datos, informó Interior, se pondrían a disposición del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (Citco).
La instrucción pretendía resolver un vacío legal que se planteó ya por el anterior ministro Juan Ignacio Zoido, especialmente tras la explosión de la casa de Alcanar (Tarragona) donde se prepararon los atentados terroristas de Barcelona, de agosto de 2017. Zoido ya había propuesto entonces, ante los colectivos policiales y en distintas reuniones políticas, reforzar estos controles.
La nueva Ley responde a la preocupación de los expertos y de la lucha antiterrorista de nuevas medidas ante el auge de vídeos tutoriales en la Red para la fabricación de artefactos explosivos caseros.
En el caso de los terroristas de Barcelona, el material para cometer los atentados -que dejaron 16 muertos- se compró en distintos establecimientos. Gracias a ello, pudieron elaborar y atesorar, en la casa de Alcanar, centenares de kilos del explosivo triperóxido de triacetona (el conocido como ‘Madre de Satán’). Los terroristas, como reveló la investigación, eran autodidactas y se habían formado a través de tutoriales, manuales y material diverso en Internet.
Recientemente, la investigación sobre los miembros de los autodenominados Comités de Defensa de la República (CDR) detenidos en Barcelona acusados de planear atentados reveló también la relativa facilidad para elaborar material explosivo.
En la operación se intervino a los arrestados, entre otros, aluminio en polvo, ácido sulfúrico, decapante industrial, gasolina y parafina, materiales susceptibles de ser empleados en la fabricación de artefactos caseros. También disponían de termita, un compuesto relativamente fácil de elaborar y que alcanza altas temperaturas lo que le otorga un gran poder incendiario.
Como publicó OKDIARIO, los radicales adquirieron los precursores sin que saltase el sistema de alerta que se puso en marcha tras los atentados de Barcelona.Entonces, la Guardia Civil constató que el control no había funcionado ya que nadie les alertó de que había una serie de personas adquiriendo productos de uso profesional con los que se podían fabricar bombas.