Illa quiere medidas más duras para las fiestas con el riesgo más bajo que cuando aprobó su plan de Navidad

El Gobierno aplaude las medidas más restrictivas de cara a la Navidad con un riesgo de contagio inferior a cuando aprobó el plan para estas fechas, el pasado 2 de diciembre. La última actualización del Ministerio de Sanidad refleja que la incidencia acumulada en España -medida en casos por cada 100.000 habitantes en las últimas dos semanas- es de 214,12, frente a los 251,61 casos de entonces.
El ministro, Salvador Illa, ha elogiado este viernes a las comunidades que están endureciéndola las restricciones. En algunas, de forma muy severa, como la Comunidad Valenciana, que ha prohibido incluso la entrada para visitar a familiares.
El plan de Navidad, acordado con las comunidades autónomas a principios de diciembre, establecía ya unas medidas muy restrictivas, como la limitación de entrada y salida de las comunidades; el máximo de 10 personas en los encuentros familiares o con allegados para celebrar las comidas y cenas navideñas; el toque de queda a partir de la 1.30 de la madrugada o la prohibición de celebrar grandes eventos deportivos o actividades navideñas como cabalgatas, recomendando que sean estáticas o virtuales.
Moncloa destacó entonces, en un comunicado, que las medidas se planteaban «en un escenario en el que la situación epidemiológica tiene una tendencia descendente», aunque matizó que la situación era diferente por comunidades autónomas y, por tanto, podrían «estar sujetas a restricciones dependiendo de la evolución epidemiológica».
Este miércoles, el presidente Pedro Sánchez ya avanzó su intención de endurecer las medidas, si lo consideraba necesario. En una reunión posterior con las comunidades autónomas, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, planteó restricciones más severas, incluso con la prohibición de visitar a familiares, aunque dejó a las regiones la posibilidad de aplicarlas, en función de la situación de la pandemia.
Medidas más duras
«Hay que tomar decisiones rápidamente, no podemos desperdiciar el esfuerzo acumulado», justificó entonces Illa. Este viernes, el ministro reiteró su inquietud por la evolución de la crisis sanitaria.
Tras el descenso de las últimas semanas, en estos días se ha registrado un ligero repunte, que sitúa de nuevo la incidencia acumulada por encima de 200 casos por 100.000 habitantes, un umbral considerado preocupante para Sanidad.
Sin embargo, esa incidencia, que mide el riesgo de contagio, es aún notablemente inferior a la que se registraba cuando Illa aprobó las primeras medidas para la Navidad.
En su intervención esta semana en el Congreso, Pedro Sánchez apeló de nuevo a la responsabilidad individual y a lo que denomina «moral de victoria» y fió el evitar la «tercera ola del coronavirus» al comportamiento en estos días. «Si hay que endurecer el plan de Navidad, no les quepa duda que el Gobierno propondrá a las comunidades autónomas endurecerlo», adelantó el socialista.
Como reveló OKDIARIO, el riesgo de contagio, no obstante, es ahora inferior al que se registraba en los días posteriores a que Sánchez volviese de vacaciones.
El 25 de agosto, el presidente socialista reunió al Consejo de Ministros tras regresar de su relax en Lanzarote y Doñana. Ese día, la incidencia acumulada era de 173,14 casos por cada 100.000 habitantes. Sin embargo, Sánchez no lo consideró excesivamente preocupante. Reclamó «serenidad» y descargó en las comunidades autónomas la responsabilidad de gestionar la pandemia, ofreciéndoles solicitar el estado de alarma para su territorio si lo consideraban necesario.
Al día siguiente de esa comparecencia, la incidencia del coronavirus era ya de 176,22 casos por cada 100.000 habitantes; dos días después, de 189,61. El 1 de septiembre ya se superaba el riesgo actual, con 212,41 casos por 100.000 habitantes.
Por su parte, la Comunidad de Madrid únicamente ha decidido limitar el número de personas que podrán reunirse en estas fechas, bajándolo de 10 a seis.
El gobierno de Isabel Díaz Ayuso no aplicará nuevas restricciones de movilidad -se permite la entrada y salida para visitar a familiares y allegados- ni tampoco en la hostelería, como sí han aprobado otras comunidades.
Asimismo, se mantendrán las excepciones horarias en el toque de queda, de forma que los días 24 y 31 de diciembre las reuniones se podrán alargar hasta la 1.30 de la madrugada.
El consejero de Sanidad madrileño, Enrique Ruiz Escudero, señaló que se monitorizará la situación durante todas estas fiestas para ajustar las medidas en función de cómo evolucione la situación epidemiológica.
El consejero señaló que, aunque se aprecia un ligero aumento de casos, ese ascenso sigue lejos del pico de la segunda ola, en concreto, es un 74% inferior.
Actualmente, la Comunidad de Madrid cuenta con una incidencia acumulada a 14 días 276,99 casos por cada 100.000 habitantes.
La estrategia del gobierno de Díaz Ayuso se basa sobre todo en la realización extensiva de test de antígenos y en el confinamiento por Zonas Básicas de Salud, a las que este viernes se han añadido cinco más por superar la incidencia de 400 casos por cada 100.000 habitantes.
Lo que sí se descartan son más limitaciones en la hostelería, un sector muy golpeado por la crisis económica. Según el viceconsejero de Salud Pública madrileño, Antonio Zapatero, «no hay evidencia» de que en bares y restaurantes se estén produciendo más contagios.