Iglesias se cobra la cabeza de Juan Carlos Rivero (TVE) tras señalarle en el partido España-Marruecos

Juan Carlos Rivero, comunicador de TVE que fue foco de las críticas de Pablo Iglesias por una apreciación futbolística sobre Marruecos durante la retransmisión del pasado Mundial de Qatar, ha sido finalmente apartado de su labor como narrador de los partidos de la Selección española. Rivero fue criticado por Iglesias en sus redes sociales por decir que «los marroquís roban y salen corriendo» en términos deportivos. El ex líder de Podemos, poco amigo de la pluralidad informativa y de la libertad de prensa, ve colmados así sus deseos, y se cobra la cabeza de un histórico de las narraciones de la Selección.

El periodista David Figueira será el encargado de poner voz y rostro a los partidos de España en TVE, una vez se haga oficial la sustitución de Juan Carlos Rivero, que llevaba 17 años ejerciendo esa labor y que ha sido fulminado de la televisión pública una vez que Iglesias lo puso en el punto de mira. Iglesias sabía perfectamente que los términos usados por Juan Carlos Rivero estaban dentro del contexto deportivo, pero se empeñó en ver connotaciones racistas donde sólo había matices tácticos de un partido del Mundial.

Pablo Iglesias siempre ha defendido el control sobre los medios de comunicación y de los profesionales que allí trabajan, y acostumbra a poner a periodistas en la diana de sus críticas para que sean convenientemente purgados, como es ahora el caso del veterano presentador, de 61 años.

David Figueira tomará el relevo del mítico periodista al frente de las retransmisiones de los partidos del combinado nacional. Hasta ahora, Figueira era el encargado de comentar las carreras de Moto GP para la televisión pública. Para los partidos de España le acompañará Alicia Arévalo, que ya tiene experiencia en narrar partidos de selecciones.

Desde su programa La Base, en Público, medio del multimillonario independentista de extrema izquierda Jaume Roures, Iglesias acostumbra a verter bilis sobre prensa, políticos y periodistas, sin ahorrar descalificativos, ya que, como él mismo declaró «hay que normalizar el insulto». El ex vicepresidente también suele usar sus perfiles en redes para mostrar su disgusto por la labor de diversos profesionales de los medios de comunicación.