VENEZUELA

Un hombre de confianza de Zapatero negoció la deportación pactada con Sánchez de Edmundo González

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La deportación pactada del presidente electo de Venezuela, Edmundo González, entre la dictadura de Nicolás Maduro y el Gobierno de Pedro Sánchez, contó con la ayuda inestimable del ex diputado Eudoro González Dellán. Un hombre clave en esta operación, muy cercano a José Luis Rodríguez Zapatero, que actuó de «agente doble» y que, según cuentan a OKDIARIO, fue esencial para convencer a Edmundo de dejar el país y quitarse de en medio.

«Eudoro González mantiene desde hace años una estrecha relación tanto con Edmundo como con Zapatero, que es el primero en llamarle para ofrecerse de mediador ante el régimen», afirman estas fuentes que desmontan las mentiras del Gobierno de Sánchez que alegaban no haber negociado en ningún término con Maduro. No sólo hubo negociación sino que recurrieron al chantaje y a la extorsión en la propia embajada española bajo la atenta mirada del embajador español Ramón Santos.

Eudoro González fue diputado en la Asamblea Nacional por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), la amplia coalición política venezolana opositora al régimen de Maduro. Esto no le impidió mantener excelentes relaciones con el chavismo -su hermano Leonardo González Dellán fue designado por Chávez para dirigir el Banco Industrial de Venezuela (BIV) entre 2002 y 2004- y una gran amistad con Zapatero. «Eudoro y Zapatero son casi lo mismo cuando se trata de ayudar al régimen», dicen las mismas fuentes.1

Cuando el ex presidente socialista, hoy casi una pieza más del engranaje dictatorial de Maduro, se ofreció como mediador para deportar a Edmundo, la Inteligencia cubana ya tenía en la mira infiltrar a Eudoro González en la negociación. Todo a espaldas de María Corina Machado, a la que mantuvieron al margen para no frustrar la operación de extorsión al legítimo ganador de las elecciones del 28J.

Zapatero, al servicio de Maduro

La excelente relación entre Zapatero y los temidos hermanos Delcy y Jorge Rodríguez harían el resto. A finales de agosto, el chavismo estrecha el cerco contra la oposición y la Fiscalía emite una tercera y última citación al candidato Edmundo González -a resguardo entonces en la embajada de Países Bajos en Caracas- para que declare en calidad de investigado por delitos de conspiración, usurpación de funciones, instigación a la desobediencia. El 3 de septiembre el juez Edward Briceño ordena detener al líder opositor y es allí cuando aparece Zapatero en calidad de supuesto mediador prometiéndole «resolverlo todo».

En paralelo, también se genera el contacto entre González Urrutia y el ex diputado Eudoro González Dellán, cuyo padre ya fallecido mantenía una vieja amistad con Edmundo. El 5 de septiembre Edmundo se refugia en la embajada española mientras, como desveló OKDIARIO en exclusiva, un avión enviado por el gobierno español aguardaba en República Dominicana a la espera de recibir la orden de volar hacia a Caracas. Ese mismo día, Eudoro González llega a Caracas en un vuelo comercial de AirEuropa desde Madrid para reunirse con los hermanos Rodríguez, con los que mantiene conexión directa, y forzar la salida de Edmundo.

«En la madrugada del 7 de septiembre, Jorge y Delcy Rodríguez se presentaron ante la Embajada de España para aumentar la presión. En una de las últimas comunicaciones que Edmundo González sostuvo con su abogado José Vicente Haro, ocurrida el viernes 6 en la noche, le manifestó que sentía que eran «capaces de todo» y que lo podían buscar en la Embajada española, relató Haro», según adelantó la web La Gran Aldea.

«El régimen de Maduro prefería maniobrar para forzar el exilio de González Urrutia a tenerlo en una cárcel en Caracas. Fuera del país, la proyección de su figura como ganador de las elecciones podría difuminarse y su salida representa en lo inmediato un fuerte golpe al ánimo de la mayoría opositora. Esa es la apuesta que hacen. Y para las gestiones estuvieron siempre dispuestos Rodríguez Zapatero y sus colaboradores», explican las mismas fuentes.

«O firmaba, o me atenía a las consecuencias»

Diez días después de haber sido deportado por Maduro, Edmundo González confirmó estas coacciones y chantajes por parte de Delcy Rodríguez, vicepresidenta del régimen, y de Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, para que firmara el documento en el que reconocía la victoria de Maduro en las elecciones. El legítimo presidente de Venezuela fue forzado a reconocer la victoria de Maduro y a renunciar a la presidencia para poder salvar su vida.

El ganador de las elecciones del pasado 28 de julio ha explicado que «estando en la residencia del embajador de España», los dos dirigentes chavistas «se presentaron con un documento que tendría que refrendar» para permitir la salida de González de Venezuela. «O firmaba, o me atenía a las consecuencias», ha dicho González, denunciando las amenazas del régimen chavista. «Esta es una capitulación, una rendición», le respondió Jorge Rodríguez, refiriéndose al documento «firmado debidamente por el señor González Urrutia».

A esas alturas, al régimen sólo le importaba que Edmundo se fuera. Para la dictadura, quitarse de encima al ganador de las elecciones despejaba el camino de Maduro al tiempo que albergaba la esperanza de que la relevancia internacional del candidato de la oposición se diluyera con el paso del tiempo en el exilio. Algo que no ha ocurrido porque a Maduro, según la oposición, le ha salido el tiro por la culata.

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