Hasta las comunidades socialistas critican a Sánchez por tumbar el estado de alarma sin consultarles
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció este martes que el estado de alarma llegaba a su fin el próximo 9 de mayo. No habrá prórrogas. «Punto y final», aseguró Sánchez. Sin embargo, la caída de este marco jurídico, que permitía a las comunidades tomar medidas extremadamente restrictivas para los derechos fundamentales, inquieta a las comunidades. Hasta tres regiones gobernadas por el socialismo han criticado a Moncloa por ese anunció imprevisto.
El anuncio de la caída del estado de alarma el próximo 9 de mayo ha soliviantado a varias comunidades. Andalucía, Galicia, Comunidad Valenciana, Cantabria, Castilla-La Mancha y Castilla y León se han quejado al considerar que el anuncio es «prematuro», ya que les deja sin una de las principales herramientas jurídicas para luchar contra el virus.
No es una cuestión de posiciones políticas. Las críticas provienen de al menos 3 comunidades gobernadas por la izquierda: la Comunidad Valenciana de Ximo Puig, Castilla-La Mancha de Emiliano García-Page y Cantabria.
Las regiones han advertido del riesgo de quedarse sin cobertura jurídica para adoptar restricciones si no se prorroga el estado de alarma, una decisión que también ha criticado el PP, que ha reiterado su oferta de un plan B jurídico al Gobierno.
Socialistas contra Sánchez
Mónica Oltra, vicepresidenta del Gobierno valenciano, ha puesto en duda que algunas restricciones se puedan llevar a cabo sin estado de alarma, como el cierre perimetral, que necesita, ha destacado, de una «herramienta jurídica».
Oltra, para quien la decisión de prorrogar el estado de alarma debe tomarse por criterios técnicos y no por otros «secundarios», sin mencionar , ha esperado que esta cuestión se debata entre todas las comunidades y no sea «unilateral».
La portavoz del gobierno castellanomanchego, Blanca Fernández, también ha mostrado dudas por la incertidumbre que puede crear el hecho de que decaiga el estado de alarma por decisión de Pedro Sánchez. Sobre todo a la hora de limitar derechos fundamentales.
Ni una «llamadita»
Por su parte, el presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla, cree que hay que «abrir España» y «convivir» con el virus, pero se ha mostrado sorprendido por el anuncio de Sánchez, ya que a día de hoy no está claro qué pueden hacer o no las comunidades a la hora de establecer restricciones.
Y, como otros responsables regionales, ha lamentado no haber recibido al menos «una llamadita» del Gobierno con el anuncio, «después de haber tenido catorce reuniones (las conferencias de presidentes) de tres horas y hasta de cinco».
La presidenta de Navarra, María Chivite, se ha mostrado menos crítica con el anuncio porque, ha dicho, ni a su gobierno ni al de España les ha «temblado el pulso» a la hora de tomar decisiones para limitar el avance de la pandemia.
«Punto y final»
«Lo que queremos es que el 9 de mayo sea el punto y final al estado de alarma. Ese es nuestro objetivo y nuestro propósito, y para eso trabajamos», aseguró Sánchez este martes. El próximo 9 de mayo es cuando acaba el actual estado de alarma, que se aprobó en el Congreso de los Diputados a finales del pasado mes de octubre. Este instrumento se aprobó para que durase seis meses, a pesar de que en la Constitución Española se recoge que no puede exceder de quince días.
Ese anuncio coincide con la precampaña de las elecciones de la Comunidad de Madrid del 4-M. De tener que prorrogar el estado de alarma, Sánchez tendría que haberlo defendido en el Congreso de los Diputados en vísperas de que los madrileños acudan a las urnas. En las últimas fechas el propio Sánchez ha elevado sus ataques contra la presidenta regional y la candidata del PP, Isabel Díaz Ayuso. El presidente del Gobierno aseguró que la libertad que propugna Ayuso «es todo menos el desmadre de hacer circular el virus» por la región.