Crisis del coronavirus

El Govern agitó la manifestación contra el niño de Canet con las UCI al 30%

Cataluña UCI
Manifestación el 18 de diciembre en Barcelona.
Pelayo Barro

La manifestación del pasado sábado en Barcelona contra la decisión judicial sobre el 25% de las clases en español, a la que acudió la plana mayor del Govern de Pere Aragonés, se celebró con Cataluña acercándose al 30% de ocupación en Unidades de Cuidados Intensivos (el doble que la media nacional). La capital catalana acogió la marcha estando en riesgo alto de rebrote (semáforo rojo) y con una positividad superior al 11%. Datos sanitarios alarmantes que no impidieron la manifestación, pero que sólo 48 horas más tarde sirvieron para aplicar un duro paquete de restricciones que apuntala aún más a la hostelería y al ocio nocturno de cara a estas Navidades. Y un día más tarde, Aragonés anuncia que exigirá a Pedro Sánchez que cierre el resto de España.

El Govern conocía la situación sanitaria en la que se encontraba Barcelona y Cataluña el pasado sábado, cuando decidió promover y participar en la manifestación organizada por la plataforma Som Escola. Los informes del Departamento de Salud catalán y del Ministerio de Sanidad no dejaban lugar a dudas: la pandemia estaba en una fase expansiva y la presión hospitalaria actual es alarmante.

Con 584 casos por cada 100.000 habitantes (incidencia correspondiente a riesgo extremo), la comunidad tiene los peores datos de ocupación de UCIs de toda España. El 29,96% de las plazas de cuidados intensivos están cubiertas por enfermos de Covid (385), siendo la media nacional del 15,4%. La mitad prácticamente. En la víspera de la manifestación, la cifra de ocupación UCI ya superaba el 25%. Además, la red de hospitales catalana mantiene ingresadas a 1.954 personas (un 7,8% de las camas, por encima de la media nacional).

Medidas 48 horas después

Esa presión hospitalaria ha sido clave para que el Comité de Seguimiento del Coronavirus de este lunes, presidido por Pere Aragonés, recomendase tomar decisiones drásticas en cuanto a restricciones. Justo tras ese encuentro, el Govern decidió aplicar el cierre del ocio nocturno, el toque de queda entre la 1 y las 6 de la mañana, la limitación de aforos para la hostelería y los espectáculos o la reducción de las reuniones sociales.

Aragonés no compareció en persona, sino que decidió enviar al consejero de Salud catalán a anunciar las medidas. Sólo 48 horas antes sí había ofrecido declaraciones contra la sentencia del TSJC sobre el catalán en la escuela.

Barcelona en riesgo extremo

Ese sábado, tal y como muestran las estadísticas oficiales del Departamento de Salud de la Generalitat, Barcelona mostraba unas cifras de contagios desorbitadas. El riesgo de rebrote, un indicador que emplean los epidemiólogos catalanes para advertir de la situación que se avecina, se encontraba en nivel alto con más de 1.300 puntos (semáforo rojo).

La Rt, el indicador que muestra la tasa de reproducción del virus, alcanzaba el 2. Es decir, cada persona contagiada le transmite el patógeno exponencialmente a otras 2 personas.

La positividad de los test PCR realizados en la ciudad el sábado mostraba una positividad superior al 11%. El viernes, víspera de la manifestación, era del 12%. La OMS considera que a partir de un 5%, la pandemia circula sin control.

 

 

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