El Gobierno teme una caída de la recaudación fiscal de 34.000 millones por el coronavirus

Pedro Sánchez
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Carlos Cuesta

El Gobierno acaba de lanzar un plan económico contra el coronavirus basado en la movilización de 200.000 millones de euros. Pero un plan que se apoya de forma masiva en la exigencia de esfuerzos a las empresas privadas -83.000 millones de euros-, y en la puesta a disposición de las empresas afectadas de líneas de avales: líneas que se anotarán como gasto sólo en la medida en la que se vayan ejecutando. La razón a esta elusión de esfuerzos por parte de la Administración responde a dos hechos: el primero, el hiperendeudamiento público –casi un 98% del PIB con 1,19 billones de euros en pasivos– y el segundo, que el Gobierno no quiere hacer público el dato que espera de desplome de la recaudación de impuestos fruto de la caída económica: 34.000 millones de euros.

Por eso, Sánchez ha decidido apoyarse en dos frentes para eludir la carga del plan económico: en las empresas y en el BCE. Porque ni tiene ahora capacidad para hacerlo, ni mucho menos lo tendrá en breve.

Los últimos Presupuestos Generales del Estado impulsados, que constituyen una ampliación de los heredados por los socialistas de las manos de Cristóbal Montoro, contemplan una previsión de recaudación récord de 227.356 millones de euros, un 9,5% más que en el año anterior, es decir, 20.000 millones adicionales.

Pero lo cierto es que ese objetivo será imposible de mantener. Las cuentas estaban hechas en otro contexto global y económico muy distinto. Y, sobre todo, no contaban con el impacto de una situación como el coronavirus: porque el cierre de negocios, caída del consumo, y desplome de la actividad evitarán esa recaudación.

Despidos

Hay que tener en cuenta que la oleada de despidos temporales ya ha comenzado. Los ERTE se agolpan y afectan a empresas como Seat, Burger King, Alsea, CAF, Pikolín, Iberostar, Volkswagen, Cortefiel, y todo un largo listado de pymes y autónomos que se han quedado sin actividad por la caída de la producción en China y por las restricciones de los planes de lucha contra el coronavirus.

En total, de hecho, se estima que la cifra de personas incluidas en los expedientes de reducción de empleo supera ya en estos momentos el número de 100.000. Una cifra que seguirá creciendo a medida que avancen los días de parón de la actividad y de freno a la actividad e incremento de los contagios.

La OCDE ya ha alertado de que el crecimiento mundial quedará en la mitad de lo estimado. Las medidas de bloqueo no dejan de llegar en forma de restricciones a los vuelos, a la movilidad o directamente en cierre de negocios en todo el mundo y, en el caso de España, ya se reconoce que el estado de alarma superará el plazo inicialmente anunciado de 15 días.
Y todo ello tendrá un impacto directo en la recaudación que nadie oculta ya en los departamentos económicos del Gobierno.

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