El Gobierno insulta a los científicos: no hay españoles en el Consejo Europeo al estar los «muy selectos»

“La Comisión ha elegido a los expertos en función de su trayectoria profesional y el prestigio de las instituciones académicas o investigadoras que representan", sostiene el Ejecutivo

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Salvador Illa junto a Pedro Sánchez. (Foto: Moncloa)
Carlos Cuesta

El Gobierno acaba de dejar por escrito la nula consideración que tiene por la comunidad científica española. El Grupo Parlamentario de Vox le ha exigido en el Congreso, y por medio de una pregunta parlamentaria, que pelee por la presencia de científicos españoles en el Consejo de la UE para el Covid-19.

Es más, le ha pedido explicaciones del motivo por el que no hay científicos españoles. Y la respuesta no puede ser más descriptiva de la forma de pensar del Ejecutivo de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias: «Se decidió que la fórmula fuera un grupo pequeño, muy selecto de representantes de lo más avanzado de las materias científicas seleccionadas». Y, según, el Gobierno, por lo visto, no debía haber ningún científico español a la altura.

La contestación por escrito señala que «en relación con la información interesada, se señala que entre las medidas tomadas por la Unión Europea (EU) para dar una rápida respuesta a la crisis del coronavirus, los estados miembros, en la reunión del Consejo Europeo de 10 de marzo, aprobaron la creación de un consejo técnico-científico de asesores que fue puesto en marcha el 17 de marzo, presidido por la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, y co-dirigido por Stella Kyriakides, comisaria de Salud de la Comisión».

Peso devaluado

El Gobierno devalúa el peso de este consejo europeo y señala que «las funciones de este panel» fueron, en primer lugar, «la formulación de las medidas de respuesta a todos los Estados miembros en las diferentes etapas de la pandemia».

En segundo lugar, «la identificación y mitigación de lagunas, inconsistencias o deficiencias en las medidas tomadas para contener y controlar la propagación o en el manejo y tratamiento clínico».

En tercer lugar «la orientación en asistencia sanitaria, protección civil y otros recursos».

La cuarta y última recomendación fue la de «medidas para mitigar las consecuencias de la crisis en el medio y largo plazo. Por lo tanto, no es un órgano ejecutivo ni tiene capacidad decisoria sobre la crisis».

Según el Gobierno socialcomunista, únicamente «se trata de un panel consultivo que emite opiniones o formula recomendaciones de carácter técnico».

Pero acto seguido -y tras restar importancia a un organismo que, evidentemente, goza de peso en la UE y, además, da prestigio científico a los países que han logrado introducir a sus expertos-, pasa a desprestigiar a los científicos españoles.

Porque, según el Gobierno, el motivo de que no haya españoles es que «la Comisión ha elegido a los expertos en función de su trayectoria profesional y el prestigio de las instituciones académicas o investigadoras que representan, pero no se ha introducido ningún factor de representación nacional o equilibrio geográfico, ni demográfico, ni político».

Es más, según el Ejecutivo de Pedro Sánchez, en el protocolo de constitución del comité de científicos se indica que «dado que no es posible organizar una convocatoria pública por la urgencia, los miembros serán nombrados de inmediato entre personas con experiencia reconocida en los sectores mencionados».

Veinte estados sin representación

La respuesta del Gobierno se consuela abiertamente: «otros veinte estados miembros no tienen representación en este comité y amplias zonas geográficas no están representadas y seguro que como España cuentan con talento y expertos que podrían aportar solvencia al Grupo».

Acto seguido vuelve a denigrar a los científicos españoles: «Pero se decidió que la fórmula fuera un grupo pequeño, muy selectos representantes de lo más avanzado de las materias científicas seleccionadas». «Estos siete expertos no representan a sus países, ya que están nombrados a título personal y actúan de forma independiente».

Fuentes de la Comisión Europea explican que «los expertos se eligieron en base a criterios sobre su experiencia profesional desde una perspectiva epidemiológica, virológica y de salud pública. Sus miembros actúan de manera independiente y por el interés público de la Unión Europea», concluye el documento.

De hecho, la ausencia de España en este consejo de la UE tiene bastante que ver con la falta de peso actual de España, algo que ha quedado acreditado, ya en las discusiones de Pedro Sánchez para lograr ayudas. Por eso, tampoco las ayudas europeas llegan a lo exigido por España.

El BCE, de este modo, está dispuesto a ayudar por medio de la compra de 130.000 millones de euros de deuda española. Y la UE calcula que sus ayudas por el coronavirus deben rondar un 2% del PIB nacional -en el caso español, poco más de 20.000 millones de euros-.

La suma final ronda los 150.000 millones. Y España se sitúa en 2020 con unas necesidades de financiación de 310.000 millones. Traducido: cerca de 160.000 millones -más de la mitad de la necesidad de emisión de deuda soberana de este año- no tienen asegurada su colocación en el mercado.

Y, teniendo en cuenta que el Gobierno cree que podrá colocar 70.000 millones de deuda por su cuenta, lo cierto es que toda la ayuda comunitaria, por ahora, queda muy lejos de lo pedido por España: a nada menos que 90.000 millones de lo que el Ejecutivo español espera que ponga Europa.

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