Afganistán

El caos del Gobierno: aún no ha evacuado a los españoles de Afganistán ya bajo control de los talibanes

Pedro Sánchez vacaciones
Pedro Sánchez.
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

El Gobierno español ultima aún los detalles del plan de evacuación de los españoles en Afganistán, ya bajo el control absoluto de los talibanes. 

No será hasta este lunes cuando dos aviones A400M del Ejército del Aire despeguen desde España con destino a Dubái para la primera fase de la repatriación del personal de la Embajada, así como los traductores afganos que, durante estos años, han colaborado con los españoles, según han informado el Ministerio de Exteriores y el de Defensa, en un comunicado conjunto.

Pese a la grave situación que desde hace días vive el país, el dispositivo de repatriación se desplegará ya con la capital, Kabul, tomada por los talibanes. Se trata de un operativo en el que se implican varios ministerios y que se lleva días diseñando, sin que trascienda apenas detalle.

Con la ciudad tomada, ahora, todo queda a merced de la situación en la capital y de los movimientos de los talibanes.

Desde la OTAN se ha asegurado que el aeropuerto de Kabul se mantiene aún operativo. Este domingo, la Embajada de EEUU había informado de que se habían escuchado varios disparos. Se trata de un punto estratégico para la evacuación del personal diplomático y los ciudadanos de los distintos países que aún permanecen en Afganistán.

A contrarreloj

El Ejecutivo español ha ido dando tumbos en su gestión de la crisis afgana. El viernes, ya en plena ofensiva de los radicales, el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, aseguraba sentirse preocupado por el personal de la Embajada en el país. Sin embargo, descartaba por entonces una evacuación y confiaba aún en mantenerla abierta. Según Bolaños, lo «prioritario» era garantizar la seguridad del personal de la delegación española, si bien admitió que no se había tomado una decisión sobre su posible evacuación.

Por entonces, las milicias talibanes avanzaban ya de forma imparable haciéndose con el control de casi la mitad de las capitales de provincia del país. Entre ellas, la segunda ciudad más importante, Kandahar. EEUU y Reino Unido habían anunciado asimismo el envío de tropas para proceder a la evacuación de sus ciudadanos y del personal de las embajadas.

Bolaños aseguró entonces que las decisiones se irían «comunicando en su debido momento» y descartó avanzar en las repatriaciones. Dos días antes, Exteriores había recomendado a los españoles residentes en Afganistán que abandonasen el país en vuelos comerciales. 

Rectificación

Apenas unas horas después de las afirmaciones de Bolaños, el Ministerio de Exteriores, ahora en manos de José Manuel Albares, rectificaba en el propósito de mantener abierta la Embajada y anunciaba ya un plan para la repatriación del personal de la delegación.

A través de un comunicado, Albares aseguraba que España estaba «preparada para cualquier eventualidad, incluida la evacuación de la Embajada si fuera necesario». «Y no va a dejar a nadie atrás», se subrayaba desde el departamento.

Varios centenares

Pese a este anuncio, y con Kabul cercada por los talibanes, la evacuación no se había iniciado aún este domingo. Fuentes diplomáticas admitían en pleno cerco de los radicales que se estaban cerrando detalles entre los distintos ministerios encargados del operativo para proceder a la repatriación «en cuanto las circunstancias lo permitan».

Según los cálculos del Gobierno, en Afganistán hay seis españoles, además del personal de la Embajada. Pero también está prevista la evacuación de traductores afganos que han trabajado con los españoles en estos últimos años y cuya cifra aún se desconoce.

Así, según la agencia Efe, la lista de personas que serán evacuadas ascendería a varios centenares. Desde el Gobierno se ha remarcado que el plan de evacuación requiere de una logística muy detallada, la coordinación con varios ministerios, una preparación de varios días y un «trabajo intenso».

En esta labor colaboran varios ministerios, a fin de comprobar identidades y de determinar la fórmula mediante la que podrían instalarse en España ellos y previsiblemente algunos de sus familiares que les acompañen. Tras precipitarse los acontecimientos, el Ejecutivo acelera este plan a contrarreloj.

Críticas del PP

La gestión de la crisis por parte del Gobierno ha recibido este domingo las críticas del Partido Popular.

La formación de Pablo Casado ha exigido la inmediata repatriación de los españoles que se encuentran y han criticado la improvisación del Ejecutivo en esta cuestión.

«Estamos preocupados porque el Gobierno ha ido dando tumbos y con una improvisación absoluta. Hace dos días el ministro de la Presidencia dijo que no se iba a evacuar la Embajada. Luego salió el ministro de Asuntos Exteriores diciendo que sí. Aquí se ve que el Gobierno está improvisando», ha destacado en declaraciones a Europa Press el portavoz adjunto del PP en el Congreso y coordinador del área de exteriores, Pablo Hispán.

Control de los talibanes

La ofensiva talibán en Afganistán ha tenido su culmen este domingo con la entrada de los radicales en la capital, donde se ha impuesto un toque de queda nocturno con el fin de evitar los saqueos. El caos es total, con miles de personas tratando de huir de la ciudad, lo que ha provocado atascos kilométricos. Los afganos tratan además a la desesperada de conseguir visados que les permitan escapar del asedio radical.

Quien sí ha abandonado ya el país es el presidente, Ashraf Ghani, tras entregar las competencias sobre la autoridad de las negociaciones con los talibanes, según explicó el ministro de Defensa en funciones, Bismila Mohammadi. El presidente afgano se habría dirigido a Tayikistán, según informó un asesor cercano del mandatario a la cadena india WION News sin dar más detalles.

Los talibanes recuperan así el control de Afganistán, tras dos décadas de conflicto. La ofensiva se había acelerado en los últimos días, en los que han ido reconquistando las capitales de provincia tras el comienzo de la retirada definitiva de las fuerzas internacionales.

La toma de Kabul se precipitó después de que los radicales asumiesen el control del norte del país y coincidiendo con la evacuación de la Embajada de Estados Unidos en Kabul.

Tras el abandono del ex presidente afgano, el llamado «Consejo de Coordinación» se ocupará ahora de gestionar las negociaciones con los talibanes.

Según medios regionales, el ex ministro del Interior Alí Ahmad Jalali, de 81 años de edad, sería el presidente del nuevo Ejecutivo. El académico emerge como un candidato de consenso, en tanto antiguo comandante durante la invasión soviética de los años 80 en Afganistán, y tendría el beneplácito de Estados Unidos.

«Todas las partes del país han quedado bajo el control del Emirato Islámico», ha señalado el portavoz Zabihulá Muyahid a través de las redes sociales.

Los responsables talibanes habían ordenado no intentar entrar por la fuerza en la ciudad para evitar un derramamiento de sangre.

«Dado que la capital, Kabul, es una ciudad grande y densamente poblada, los muyahidines del Emirato Islámico no tienen la intención de entrar en la ciudad por la fuerza, sino de entrar pacíficamente en Kabul. Se están celebrando negociaciones para garantizar que el proceso de transición se complete de forma segura», explicaron este domingo en una nota.

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