El Gobierno alberga a 700 inmigrantes en un colegio canario que se cerró porque era peligroso para los niños

Colegio cerrado donde el Gobierno alberga a 700 inmigrantes.
Colegio cerrado donde el Gobierno alberga a 700 inmigrantes.
Carlos Cuesta

Del campamento de la vergüenza de Barranco Seco, al Colegio León, un antiguo centro escolar del que tuvieron que ser desalojados los niños a principios de 2018 por el peligro que implicaba la calamitosa situación del edificio tras unos temporales: así son los lugares en los que esconde el Gobierno a los miles de inmigrantes llegados a Canarias en patera.

OKDIARIO ha mostrado ya las imágenes de la lamentable situación en la que mantiene el Ministerio de Fernando Grande-Marlaska a los inmigrantes ilegales que estuvieron en el muelle de Arguineguín y que han seguido llegando a Canarias. Este diario ha mostrado ya el barrizal plagado de tiendas de campaña en el que se ha hacinado a más de 500 personas en un antiguo polvorín militar denominado como Barranco Seco. Ahora este periódico desvela la historia del segundo de estos campamentos donde el Gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias esconde de los medios de comunicación a los inmigrantes para que no se repitan las imágenes de Arguineguín. Se trata del colegio abandonado León, en El Lasso, donde se pretende albergar a 700 inmigrantes pese a que el colegio tuvo que ser desalojado por el peligro que implicaba para los alumnos por el enorme deterioro de sus tejados e instalaciones, tal y como destaca el senador canario del PP Sergio Ramos.

La historia dantesca del colegio León, en el que recibían clase 67 alumnos de entre tres y once años comienza con el inicio de 2018. Los temporales de aquellos días dejaron en tal situación el ya maltrecho inmueble que las autoridades canarias decidieron desalojar a los alumnos y enviarlos al centro de educación infantil y primaria Pintor Manolo Millares, situado en el barrio de Pedro Hidalgo. A partir de aquel momento comenzó un tira y afloja por ver quién se enfrentaba al duro reto de costear las obras de un inmueble que, según los propios comentarios de las administraciones en aquellas fechas, no revestía las mínimas medidas de seguridad. El Gobierno de Canarias y el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria protagonizaron entonces un largo pase de pelota ante las atónitas miradas de los padres de los niños desalojados, que no dudaron en deducir que el destino final del colegio no era otro que el de ser clausurado de manera definitiva.

La presión social, sin embargo, llevó a ambas instituciones a llegar a un acuerdo para reparar el centro -o, al menos a aparentarlo-: el Gobierno de Canarias debería asumir una inversión de 170.000 euros para cubiertas y falsos techos; y el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, de otros 280.000 euros. Un importe total que sumaba 450.000 euros con el objetivo teórico de reabrir el colegio en el curso 2018-2019. Pero, por si el presupuesto no era ya sensiblemente escaso, lo cierto es que ni siquiera se ejecutó. Y el colegio ha llegado hasta la nueva crisis de las pateras sin utilización alguna. Abandonado en pleno deterioro. Y, obviamente, con un evidente incremento del peligro de sus instalaciones para cualquier que pretende usarlo.

Y, justo ahora, es cuando el colegio León vuelve al protagonismo: porque es la desmantelada sede en la que el Gobierno “mas social de la historia”, como ellos mismo se definen, ha decidido usarlo para albergar a 700 inmigrantes.

Los vecinos del barrio de El Lasso llevan tiempo observando los preparativos y no dan crédito al hecho de que un inmueble que se cerró a comienzos de 2018 por sus lamentables condiciones pase ahora a albergar a 700 personas.

Presencia de amianto 

Los vecinos han denunciado en diversas ocasiones que los desperfectos del inmueble dejaron en evidencia la presencia de amianto y ello resultaba nocivo para los niños. Y ahora se usa como campamento de inmigrantes.
Por si fuera poco, el objetivo del Gobierno es albergar a 400 inmigrantes ilegales en el interior y a otros 300 en tiendas en el exterior, imitando el hacinamiento del campamento de Barranco Seco.

Y es que el viejo polvorín de Barranco Seco ha logrado despertar ya las interpelaciones del PP al Gobierno en las Cortes ante las imágenes mostradas por OKDIARIO, que revelaban el lamentable estado en el que se encuentra el campamento: Un barrizal; con tiendas de campaña amontonadas; y más de 500 personas hacinadas que caminan sin la más mínima distancia de seguridad frente al COVID.

Así es el primer campamento de la vergüenza de Barranco Seco. Un antiguo polvorón militar donde más que albergar, el Gobierno aparca y esconde a los inmigrantes ilegales sacados del muelle de Arguineguín tras el enorme escándalo provocado por la acumulación de personas sin medidas de seguridad en plena avalancha de pateras a las Islas Canarias. Ahora el Colegio León se dispone a ser el segundo de estos destinos de la vergüenza.

OKDIARIO ha accedido a imágenes de Barranco Seco donde se puede apreciar que, más que acoger a los inmigrantes, controlarlos y buscar su salida, el Ejecutivo socialcomunista ha buscado un lugar donde alejar de los periodistas a los llegados a España de forma ilegal.

Todo ello mientras el mismo Ejecutivo se niega a adoptar medidas para frenar la llegada de pateras. Mientras rechaza usar el radar que se encontró -procedente de la época de Gobierno nacional del PP- para interceptar y frenar a las mafias que acercan las pateras y cayucos a las costas canarias por medio de barcos lanzadera. Mientras llega, incluso, a negar en público las cifras oficiales del propio Ministerio del Interior que constatan que la llegada de pateras a las Islas Canarias se ha disparado un 1.019% en lo que va de año.

Lo último en España

Últimas noticias