Crisis del coronavirus

Fernando Simón no ve motivos para achacar el 55% de incremento de muertos de este año al Covid-19

"Hasta ahora no podemos achacarlo directamente al coronavirus", ha asegurado el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias sobre los 43.034 fallecidos más de los esperados del MoMo

Fernando Simón
Fernando Simón en rueda de prensa en el Palacio de la Moncloa.

El Gobierno de Pedro Sánchez no renuncia a su estrategia de enmarañar y maquillar unas cifras de muertos y contagios que cada vez distorsionan más la  realidad con el fin, presumiblemente, de impedir tener unos archivos claros e irrebatibles de cara a futuras causas judiciales. Una día bajan de golpe 2.000 muertos, a los dos días sube el histórico en 800. Ahora informamos de fallecidos diarios, al día siguiente sumamos por semana… y al siguiente, incomprensiblemente, también, cuando sólo han transcurrido 24 horas. De pronto cambiamos la fórmula de cálculo, ahora añadimos exactamente los fallecidos que nos comunican las autonomías, ahora quitamos los de las residencias de mayores…

En fin, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón, partícipe de esta espiral de un juego dramático y trágico en la que los participantes son muertos y víctimas del Covid-19, ha defendido este miércoles que el exceso de mortalidad producido en España desde el inicio de la pandemia, que el Sistema de Monitorización de la Mortalidad diaria (MoMo) fija en 43.034 muertos más de los esperados, no puede ser achacado directamente al coronavirus por el momento. La pregunta que surge entonces, es a qué achacamos entonces ese ‘exceso de mortalidad’, en unos meses en los que estamos viviendo la mayor pandemia del siglo con más de 350.000 víctimas mortales. Lo cierto es que no ha especificado otro posible origen claro a ese ‘exceso de mortalidad’.

Registros civiles

En rueda de prensa tras la reunión del Comité Técnico de Seguimiento del Coronavirus, el epidemiólogo ha señalado, por otra parte, que el retraso en la notificación de esta mortalidad, que ha provocado la introducción de 13.250 muertes este miércoles que se habían producido durante la fase más dura de la pandemia, se debe a que los registros civiles no han podido atender al cien por cien de su capacidad debido a las medidas del estado de alarma.

Sobre el exceso de mortalidad, fijado en el 55,2 por ciento entre el 13 de marzo y el 22 de mayo, ha comentado que se ha concentrado principalmente en mayores de 74 años, que suponen unas 35.500 muertes más de las esperadas en este periodo, si se comparan con las series históricas.

Simón ha puntualizado, en cualquier caso, que los fallecidos confirmados con PCR hasta el momento rondan los 28.000, pese a que las cifras del MoMo puedan indicar lo contrario. En este contexto, ha explicado que esos 43.000 muertos más de los esperados se pueden deber a varias razones, y no sólo a personas que han fallecido como consecuencia directa de una infección por el virus.

«Una parte puede ser por no acudir a tiempo a los hospitales, por patologías que los pacientes por miedo a acudir a un hospital no hubieran llegado a tiempo, o por la saturación de los hospitales se hayan pensado dos veces ir para no saturarlos más. Hasta ahora no podemos achacarlo directamente al coronavirus», ha asegurado el doctor Simón.

Por otra parte, Fernando Simón ha señalado que el mayor riesgo de contagio de COVID-19 por fumar en las terrazas no está bien acreditado por estudios científicos sólidos, y que si se respeta la distancia de seguridad es difícil infectarse.

Fumar en terrazas

La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) recomienda no fumar en las terrazas y espacios públicos, durante el período de desescalada, porque considera que son espacios en los que el riesgo de contagio aumenta tanto para los fumadores como para las personas del entorno.

«Al fumar y exhalar el humo, ya sea tabaco convencional o dispositivos electrónicos, se expulsan diminutas gotitas respiratorias que pueden contener carga viral y ser altamente contagiosa, pero además al fumar es inevitable llevarse la mano a la boca o a la nariz o a la cara, lo cual facilita la entrada del virus en el aparato respiratorio», explica el neumólogo y presidente de SEPAR, Carlos A. Jiménez-Ruiz.

En rueda de prensa tras la reunión del Comité Técnico de Seguimiento del Coronavirus, el epidemiólogo Fernando Simón ha comenzado su argumentación sobre el riesgo del tabaco en terrazas resaltando que «fumar no es bueno». Tras esta aclaración, ha admitido que por ahora no tiene «ninguna información» de que si se mantienen las distancias sea un peligro que quien se quite la mascarilla para fumar vaya a contagiar a quienes están a su lado.

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