Investidura

Feijóo y Abascal acuerdan «normalizar» la relación PP-Vox tras 24 horas de mensajes y llamadas

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Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal decidieron poner punto y final a la reciente etapa de desencuentros y «normalizar» la relación entre Partido Popular y Vox antes de acudir a la ronda de consultas del Rey. Fueron 24 horas frenéticas, con intercambios de mensajes y llamadas entre ambos líderes, así como con la participación de hombres clave del aparato de los dos partidos. El resultado es haber conseguido «poner en valor los acuerdos alcanzados y normalizar la relación entre los dos partidos», como aseguran fuentes consultadas por OKDIARIO.

En este sentido, la comparecencia de Feijóo tras acudir a Zarzuela fue el mejor ejemplo de cómo las relaciones habían dado un giro de 180 grados. Fue todo un repertorio de guiños y gestos a la formación de Abascal. «A Vox y a sus 33 diputados y a su presidente, Santiago Abascal, con quien tenemos una relación de normalidad democrática en el objetivo compartido de proteger nuestra Nación y defender la Constitución. Así lo estamos haciendo en distintas instituciones, comunidades y ayuntamientos donde gobernamos juntos, y así lo estamos haciendo de manera indirecta en algunos casos. Y así lo haremos en la defensa de un Gobierno constitucional para España, de un Gobierno del PP en solitario», remarcó el líder popular.

El acercamiento entre el PP y Vox se fraguó el mismo lunes a medianoche, con una conversación entre los principales negociadores de cada partido. Eso no evitó que tanto Feijóo como Abascal intercambiaran mensajes durante todo el proceso. A la mañana siguiente, una llamada entre el líder popular y Abascal acabó consolidando el cambio en la relación entre los dos partidos, que se tradujo en el apoyo de Abascal en la sesión de investidura de Feijóo. Ésa es la reconstrucción de las conversaciones contra reloj entre los dos partidos que aglutinan el centroderecha, según ha podido saber OKDIARIO de fuentes conocedoras de las negociaciones.

La relación entre PP y Vox se había visto enturbiada en los últimos días tras la configuración de la Mesa del Congreso. Los populares decidieron excluir a los de Abascal y no cederles uno de los cuatro puestos que correspondían al PP por sus resultados del 23J. En respuesta, Vox decidió votar a su candidato a la Presidencia del Congreso, Ignacio Gil Lázaro, en lugar de a Cuca Gamarra, como estaba previsto. Desde entonces, Vox venía reclamando «explicaciones» al PP sobre esa exclusión.

Ultimátum

El partido de Abascal incluso había dado un ultimátum al PP. O recibía esas explicaciones antes de acudir a la ronda de consultas con el Rey, este martes, o su apoyo a la investidura quedaría en el aire. Cabe recordar que Vox se había comprometido a respaldar a Feijóo sin condiciones, es decir, sin reclamar la entrada en el Ejecutivo, para evitar el Gobierno de «destrucción nacional» que Sánchez pretende construir de la mano de separatistas y proetarras.

Esa promesa quedó en suspenso, sin embargo, tras la polémica del Congreso. «Estamos algo perplejos porque no parece que impedir que la tercera fuerza política de España quede fuera de la Mesa del Congreso sea precisamente recuperar la normalidad democrática y la neutralidad de las instituciones», llegó a expresar Abascal.

Desde Génova manifestaron, en privado, que la decisión sobrevino después de que Junts anunciara su apoyo a la candidata socialista, Francina Armengol, lo que dejaba sin opciones matemáticas a Gamarra. Con ello, se optó por no ceder ninguno de sus puestos de la Mesa a Vox ya que, una vez perdida la Presidencia, sólo los cuatro puestos en el órgano rector representarían, para los populares, la victoria electoral que Feijóo había tenido en las urnas.

Conscientes del riesgo de la situación política actual, PP y Vox se afanaron por resolver las diferencias -«malentendidos», según ambos partidos- y  restablecer la relación antes de verse con el Rey. Para romper el hielo, negociadores de la máxima confianza de sus líderes se emplearon durante la noche. Finalmente, una llamada telefónica directa entre Feijóo y Abascal remató el acuerdo.

Tras acudir a la ronda de consultas, Abascal comunicó que había trasladado al Rey su disposición a apoyar a Feijóo. No obstante, el presidente de Vox condicionó aún ese respaldo a «una muestra inequívoca de respeto» del PP hacia «los votantes de Vox».

«No entienden, como no entendemos nosotros, que la tercera fuerza política de España, con 33 escaños, haya sido excluida del gobierno de la Mesa del Congreso de los Diputados», destacó Abascal, quien reclamó además la puesta en valor «públicamente» de los acuerdos entre estos partidos en cinco autonomías y en más de 100 ayuntamientos, «desautorizando a quienes los atacan y los cuestionan permanentemente» y «un compromiso para acabar con la pretensión de algunas minorías de imponer un apartheid a 3 millones de españoles y a la tercera fuerza política de España».

Relaciones restablecidas

Más tarde, Feijóo aprovecharía su intervención tras acudir a Zarzuela para agradecer a Vox su «apoyo sin exigencias» y la apuesta por «la normalidad democrática» de las relaciones que ambos mantienen, compartiendo gobiernos autonómicos y municipales en «un mismo objetivo de defensa de la Nación». «La relación de colaboración se mantendrá porque seremos coherentes con los más de 11 millones de españoles que nos han votado», destacó el líder del PP.

Feijóo matizó en su intervención que las palabras hacia Vox las había escrito por la mañana y no después de escuchar a Abascal. No obstante, para entonces, según el relato que revela este periódico, ambos ya habían hablado en privado.

En respuesta, y señal de que las relaciones están restablecidas, Abascal publicó un significativo mensaje en sus redes sociales: «Celebro que el señor Feijóo haya atendido las justas peticiones de Vox. Espero que, a partir de ahora, los enemigos de los acuerdos de gobierno entre PP y Vox se abstengan de volver a poner en peligro la construcción de la alternativa. Se abre, por tanto, una nueva etapa de colaboración entre dos formaciones muy diferentes, muy distantes, pero capaces de respetarse y ponerse de acuerdo cuando es necesario».

Ahora, Feijóo tiene el encargo de Felipe VI de intentar formar Gobierno. Contará con el apoyo de los 33 diputados de Vox, además de UPN (1) y Coalición Canaria (1). Así, con 172 votos demostrables, el líder del PP supera ampliamente a Pedro Sánchez

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