Venezuela

Exteriores recibió hace un mes al ministro venezolano que acusa a España de torturas

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El ministro de Exteriores venezolano, Jorge Arreaza, junto al secretario de Estado para Iberoamérica, ​Juan Pablo de Laiglesia.
Pelayo Barro

La vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, no ha sido el único alto cargo del chavismo recibido en España por el Gobierno de Pedro Sánchez en los últimos meses. El ministro de Exteriores de Nicolás Maduro, Jorge Arreaza, se reunió en Madrid en diciembre con el secretario de Estado para la Cooperación Internacional e Iberoamérica, Juan Pablo de Laiglesia. El venezolano había acusado unos meses antes a España de practicar la tortura en centros de detención. Una «herencia de la Inquisición y el Franquismo», según el informe que él mismo citó.

Jorge Arreaza visitó Madrid a principios del pasado mes de diciembre con motivo de su asistencia a varios actos de la Cumbre del Clima (COP25). En su viaje, el alto funcionario -con cargo de ‘canciller’ de la República de Venezuela- mantuvo una agenda discreta.

A diferencia de lo ocurrido con Delcy Rodríguez, que tuvo que ser recolocada en un avión destino a Doha para evitar su detención, a Arreaza no se le puso ningún impedimento a la hora de entrar territorio español. Su nombre no figura en la lista de dirigentes venezolanos vetados por el Parlamento Europeo. Sí aparece en la de Estados Unidos, que en abril de 2019 embargó todas sus propiedades en territorio norteamericano y le acusó de ser el «encargado de ejercer la diplomacia en nombre de un régimen ilegítimo».

Con libertad total de movimientos y con la discreción que le aportaba la gran cantidad de dirigentes presentes en Madrid para la COP25, Arreaza mantuvo un encuentro en la sede de Exteriores. Su interlocutor fue Juan Pablo de Laiglesia, secretario de Estado para la Cooperación Internacional e Iberoamérica -que continúa actualmente en el cargo-. De Laiglesia es diplomático de carrera y ya había sido secretario de Estado de Exteriores en el último Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

La cita en Exteriores, de la que Arreaza publicó una fotografía en sus redes sociales, giró en torno a las «situaciones regionales en América Latina y Europa, el diálogo político en Venezuela» y las relaciones bilaterales entre ambos países.

Acusaciones de tortura

El titular de Exteriores venezolano fue recibido por el Gobierno de Sánchez tan sólo cinco meses después de que Arreaza colaborase en la difusión de una denuncia que acusa a España de ejercer la tortura en centros de detención.

En julio de 2019, Arreaza calificaba de «revelador» un informe basado «en evidencias documentadas por la ONU sobre torturas sistemáticas en centros de detención y custodia en España». El propio Arreaza lo publicaba en sus redes sociales, asegurando que «nos hace recordar aquella aleccionadora parábola bíblica que llama a reparar en la viga en el propio ojo».

En dicho informe, se especificaba que España «tiene larga data en prácticas de tortura». «Tal vez como herencia de la Inquisición y de la dictadura de Francisco Franco, en el presente se ha consolidado un sólido expediente que casi siempre pasa desapercibido», reza el informe. Tras enumerar una serie de supuestos casos de tortura, el documento dedica a España frases contundentes como: «La posición de la ONU es incontestable: el Estado español tortura».

«En las cárceles se recurre a la inmovilización de presos mediante sujeción mecánica durante largos períodos sin ningún tipo de supervisión ni registro adecuado», denuncia el informe distribuido por Arreaza.

También, el departamento de prensa del Gobierno venezolano se hizo eco del informe en una nota, advirtiendo de las «torturas» que se producen en España «mientras el Gobierno español asume una posición contra la Revolución Bolivariana».

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