Ex policías del Este se ofrecen como guardaespaldas a los turistas en la insegura Barcelona de Colau
Barcelona es la ciudad más peligrosa de España, según un informe de Interior
Canadá y Australia también alertan del deterioro de la seguridad en la Barcelona de Colau
Barcelona es la ciudad más peligrosa de España. El creciente problema de inseguridad en la capital gobernada por Ada Colau ha hecho proliferar nuevos ‘negocios’ dedicados a proteger a los turistas que no se sienten a salvo en sus calles. «Soy ex agente de policía rumano y ofrezco mis servicios para garantizar vuestra seguridad», se puede leer en anuncios distribuidos por Barcelona.
A finales del pasado año un informe publicado por la Secretaría del Estado del Ministerio del Interior confirmaba lo que muchos ya sospechaban: Barcelona, con la gestión de Colau, había sufrido un aumento de su criminalidad un 25% y se convertía en la ciudad más peligrosa de España. Las cifras asustan a los turistas. Países como, Corea del Sur -tras la muerte de la doctora Kim-, Canadá y Australia ya alertan directamente a sus ciudadanos sobre la peligrosidad de viajar a la Ciudad Condal.
Este caldo de cultivo ha provocado que ex policías procedentes de Europa del Este estén ofreciendo a los turistas servicios privados como guardaespaldas. Un ejemplo es este cartel que aparece en varias calles de la Ciudad Condal:
“Mi nombre es Gaina Ioan Toni, ex agente de Policía rumano. Bienvenidos a Barcelona, una ciudad magnífica, maravillosa, pero donde desafortunadamente el gran número de turistas extranjeros está ‘tirando’ una cantidad de ladrones. La Policía española es muy eficiente pero el coraje y la experiencia de los ladrones es increíble, de este modo, los ladrones atacan a centenares de víctimas cada día. Llama con confianza a un experto para combatir a los ladrones. Ofrezco mis servicios para garantizar vuestra seguridad y así poder disfrutar de la estancia en esta bella ciudad, por el tiempo que vosotros necesitéis”.
A continuación, este ex policía rumano coloca su número de teléfono para que los interesados puedan contratar sus servicios.
Para que este servicio sea un negocio legal, tendría que pertenecer a una empresa concreta, según la ley de Seguridad Privada. Fuentes del sector aseguran que este tipo de acciones suelen ser de «carácter ilegal» y suponen un «intrusismo» perjudicial. Los vigilantes de seguridad y escoltas privados deben, por lo tanto, obtener la certificación acreditativa.
Sindicatos como CSIF han denunciado en múltiples ocasiones la falta de personal en la Guardia Urbana -la policía municipal de Barcelona- ante la creciente peligrosidad de la ciudad. «CSIF pidió por activa y por pasiva que se dotara a la Guardia Urbana de material operativo y formación para afrontar las distintas situaciones que vienen dándose en la ciudad», recuerda un portavoz.
El sindicato asegura que se «necesita con urgencia» un sistema de seguridad basado en un modelo de policía «integral» con el que se pueda responder al aumento de peligrosidad de la Ciudad Condal.
Tras el acuerdo de Gobierno alcanzado entre el socialista Jaume Collboni y Ada Colau, la seguridad pasará a estar tutelada por los socialistas. De esta manera se desvía la autoridad de esta materia a un nuevo equipo que intentará calmar el descontento general de los barceloneses con este asunto