Escrache de unos CDR a Artur Mas: «Los Mossos también son fuerzas de ocupación»
Los radicales han exigido la dimisión del actual conseller de Interior, Miquel Buch
División en el separatismo: los CDR expulsan a Rufián de una protesta al grito de «traidor»
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Un grupo de los autodenominados Comités de Defensa de la República (CDR) ha realizado este domingo un escrache al ex presidente de la Generalitat Artur Mas cuando visitaba la Feria del Viento del Pla de Santa María, en Tarragona. Los radicales han querido así boicotear la visita del ex dirigente de Convergència y han exigido la dimisión del actual conseller de Interior, Miquel Buch, por la actuación de los Mossos d’Esquadra en los disturbios de estos últimos días tras la sentencia del procés.
Así, estos CDR han seguido a Mas durante su paseo por las instalaciones y le han gritado consignas tanto a él como a los mossos que le escoltaban consignas del tipo: «Los Mossos también son fuerzas de ocupación» o
«No os merecéis, la bandera que lleváis».
Se da la circunstancia de que el ex jefe de la Generalitat declaró este sábado en un programa de TV3 que «El Cuerpo de los Mossos d’Esquadra está haciendo lo que tiene que hacer. No son monjes, son policía. No se puede pretender que actúen de una manera amable. Lo están haciendo bien y deben sentirse defendidos», subrayó.
Así mismo, Artur Mas, que todavía mueve hilos dentro de Junts per Catalunya (JxCat) como integrante de la vieja guardia del PDeCAT, pidió que «no haya nadie que defienda el movimiento soberanista o independentista que caiga en la trampa de pensar que a través de la violencia organizada conseguiremos nuestros objetivos».
Rufián, increpado
Sin embargo, los violentos CDR, a los que el actual president, Quim Torra, pidió «apretar» cuando se conociera la sentencia del 1-O, vienen exigiendo en la calle la dimisión del conseller Buch, miembros de (JxCat). Así ocurrió por ejemplo en una manifestación que tuvo lugar en Barcelona y de la que el portavoz de ERC en el Congreso de los Diputados, Gabriel Rufián, tuvo que marcharse entre gritos de «traidor». Un síntoma de la división que hay en el separatismo, al que se suma ahora este otro boicot a Artur Mas.