ERC y Bildu exigen a Sánchez que pacte con ellos tras las elecciones y no con C’s

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Pedro Sánchez y Arnaldo Otegi.
Carlos Cuesta

ERC y Bildu quieren evitar a toda costa que las elecciones del 10 de noviembre supongan para ellos la pérdida de la posibilidad de tener un presidente amigo de los nacionalistas. Las dos formaciones han trasladado el mensaje a Pedro Sánchez de que están dispuestas a mantenerle en el poder y que no debe pactar bajo ningún concepto con Ciudadanos.

El mensaje ha sido ya trasladado al candidato del PSOE a la Presidencia. Un mensaje que desvela la realidad de las alianzas que laten bajo el Partido Socialista. Y es que para esta formación, los partidos separatistas son un apoyo estable. Es más, tanto Bildu como ERC operan con un pacto firme entre ellos para evitar que las alianzas de los socialistas permitan un reforzamiento constitucional.

Proetarras y republicanos están dispuestos a mantener en La Moncloa a Sánchez hasta que cumpla con todas las promesas que les ha hecho en materia de transformación constitucional para incrementar la dosis de autogobierno de Cataluña y País Vasco y poder caminar ambas comunidades autónomas hacia el separatismo sin grandes problemas.

Bildu y ERC han visto con cierta preocupación la invitación de Albert Rivera al PSOE para alcanzar un pacto de gobernabilidad tras el 10-N. Esa oferta de Rivera incluye un apoyo estable a un Gobierno de coalición del PSOE y C´s siempre y cuando los socialistas renuncien a sus pactos con los separatistas y proetarras.

Las últimas encuestas muestran unos resultados un tanto más reducidos para el PSOE y Ciudadanos de lo que podían esperar ambas formaciones hace tan sólo un par de meses. Pero, pese a ello, las formaciones separatistas no han dejado de ver como una amenaza la mano tendida por Rivera a Sánchez. Y quieren evitar ese pacto como sea.

Hay que recordar que entre las promesas que Sánchez ya ha trasladado a los separatistas se encuentra el desarrollo de una nueva generación de estatutos de autonomía. Unos estatutos en los que se caminaría hacia una división de las competencias actuales del Poder Judicial para entregar parte de esas funciones a las comunidades autónomas.

Además, los socialistas también han prometido el avance hacia un sistema de cupo camuflado en Cataluña. Y han reiterado su compromiso de caminar hacia el traslado de los presos etarras a las prisiones vascas.

Además, el PSOE ya ha dado buenas muestras de estar dispuesto a cerrar acuerdos beneficiosos para los proetarras y separatistas. Acuerdos como el cerrado en Navarra, el Ayuntamiento de Huarte, la Diputación de Barcelona o un total de 47 municipios catalanes que han quedado bajo mando de las formaciones de Carles Puigdemont u Oriol Junqueras.

Los separatistas, obviamente, valoran estas concesiones y no quieren que se zanjen. Todo lo contrario: pretenden que avancen hasta conseguir un referéndum de independencia pactados con el Gobierno central.

Por ello, tanto Bildu como ERC quieren apuntalar la continuidad de Sánchez. Y no están dispuestos a permitir que el socialista se apoye en Rivera, porque todo su plan de avance paulatino hacia el separatismo podría truncarse.

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