Los críticos llevarán una enmienda al congreso del PSOE para impedir que el cupo catalán salga adelante
El Comité Federal del PSOE celebrado este sábado era la primera oportunidad, tras el acuerdo entre el PSC y ERC para investir a Salvador Illa, que tenían todos los barones para verse cara a cara y charlar. Y lo hicieron. Tanto antes de la reunión, en el típico desayuno que abarrota los bares de las cercanías de la sede de Ferraz, como en posteriores almuerzos. Los dirigentes socialistas hablaron mucho sobre la situación que atraviesa el partido y sobre el hiperliderazgo, en palabras de uno de ellos «uniliderazgo», de Pedro Sánchez. Hay enfado con lo del cupo catalán y los más críticos se organizan ya para impulsar una enmienda en el próximo Congreso Federal, que se celebrará en Sevilla, para frenar este acuerdo.
La vía, según explican a este periódico algunos de los impulsores, es reflejar en los estatutos del partido que ninguna otra comunidad autónoma excepto las que ya lo tienen, como el País Vasco o Navarra, puede asumir un trato fiscal propio y diferenciado del resto. Poniendo énfasis en las declaraciones de Granada y de Barcelona, de 2013 y de 2017, en las que los socialistas abogaban por la equidad territorial en la cuestión económica. Aunque prefieren no mostrar todas sus cartas, conscientes de que esta cuestión ha generado mucho debate interno y que la estrategia que sigan será clave para que su enmienda siga viva en el cónclave y se pueda incorporar en la nueva hoja de ruta del partido, sí tienen claro ya cómo deben hacerlo para que los diputados del PSOE en el Congreso no puedan votar a favor de un cambio de régimen fiscal en Cataluña, como ha pactado Sánchez con el PSC.
Entre los dirigentes que han empezado a moverse para incorporar esta enmienda en los estatutos, hay personas de todas las comunidades autónomas prácticamente. «Es un tema que nos molesta por igual a todos, que sólo beneficia a dos personas concretas y a un partido asociado al PSOE». Se refieren a Pedro Sánchez y Salvador Illa y al PSC. Saben que ese malestar generalizado contra el acuerdo alcanzado el pasado mes de agosto, contra el enriquecimiento de Cataluña a costa del resto de comunidades, y el coste electoral que puede tener para cada una de las autonomías en las que el PSOE perdió el poder hace un año, «une más que las siglas del PSOE». De hecho, exclamaba este sábado tras el Comité Federal un dirigente andaluz, «este acuerdo fiscal que beneficia a Cataluña y perjudica al resto no tiene nada de socialista».
El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, optó por no hacer ningún tipo de referencia al cupo catalán este sábado durante la reunión del Comité Federal. Obviando así las múltiples críticas que se escucharon en la reunión, con las de Emiliano García-Page y Javier Lambán como las más sonoras, que evidencian que el tema preocupa en las diferentes federaciones territoriales.
Sánchez, eso sí, abrió la puerta a permitir que todas las comunidades que lo deseen recauden y gestionen más impuestos, tras el concierto económico para Cataluña pactado con ERC, y destacó que el debate sobre financiación autonómica puede suponer una oportunidad para diseñar una «nueva etapa autonómica» que ayude a crear un «sistema más justo».
El jefe del Ejecutivo, según manifestó en la reunión, está «dispuesto a hacer nuevas transferencias competenciales, a reconocer singularidades y a permitir que todas las comunidades que lo deseen recauden y gestionen más gravámenes». «Es algo coherente con nuestro Estado federal, que en España llamamos autonómico», proclamó Sánchez ante el máximo órgano de decisión del partido entre congresos.
Temas:
- Pedro Sánchez
- PSOE