El Congreso da el primer paso para reducir de 0,5 a 0,2 la tasa de alcohol en sangre al volante
Tres países de la UE ya han fijado la tasa máxima de alcohol en sangre en 0,2 gramos por litro: Suecia, Polonia y Estonia


El Congreso de los Diputados ha dado luz verde este martes a la tramitación de una proposición de ley del PSOE que busca endurecer los límites de alcohol permitidos para conducir en España. La propuesta, que plantea reducir la tasa de 0,25 a 0,10 miligramos por litro en aire espirado y de 0,5 a 0,2 gramos por litro en sangre para todos los conductores, ha superado su primer obstáculo parlamentario con el apoyo de los aliados del Gobierno y la abstención del PP. Esta iniciativa reformará la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial.
Según el PSOE, el objetivo de bajar la tasa de alcohol en sangre estas medidas no es castigar, sino garantizar que los ciudadanos puedan disfrutar de su derecho constitucional a la libre circulación sin riesgos para su vida o integridad física. En el texto, se introduce el apartado z4) en el artículo 76, clasificando como infracciones graves conducir con tasas de alcohol superiores a 0,1 miligramos por litro de aire espirado o 0,2 gramos por litro de sangre, hasta un máximo de 0,25 miligramos por litro de aire o 0,5 gramos por litro de sangre. Estas infracciones serán castigadas con multas de 1.000 euros.
Dentro de la Unión Europea, ya hay tres países que han fijado la tasa máxima de alcohol en sangre en 0,2 gramos por litro: Suecia, Polonia y Estonia -Noruega, sin formar parte de la UE, también es un referente en este sentido-. Además, hay otros cuatro países que ya han fijado una tasa 0,0 en sangre: Eslovaquia, Hungría, República Checa y Rumania.
El diputado socialista Manuel Arribas, encargado de presentar la iniciativa para bajar la tasa de alcohol en sangre, fue tajante desde la tribuna: «No se trata de beber poco, sino de no beber absolutamente nada si vas a conducir». Arribas defendió que esta medida trasciende las divisiones políticas y debería ser un consenso básico, instando a los partidos a actuar con «responsabilidad».
Estadísticas del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses revelan que el 33% de los conductores y el 29% de los peatones fallecidos en accidentes de tráfico en España tenían alcohol en sangre. Asimismo, la Fiscalía General del Estado informó de 50.071 condenas en 2023 por conducir bajo los efectos del alcohol, mientras que en el primer semestre de 2024, el 5,61% de las pruebas de alcoholemia en conductores involucrados en accidentes dieron positivo.
El PSOE subraya que incluso un consumo moderado de alcohol incrementa significativamente el riesgo de accidentes y agrava sus consecuencias. Según estudios, los conductores con tasas entre 0,05 y 0,25 miligramos por litro de aire espirado (equivalentes a 0,1 y 0,5 gramos por litro de sangre) tienen hasta tres veces más probabilidades de sufrir un accidente mortal que los sobrios. Los socialistas destacan que los límites actuales, vigentes desde hace 25 años, requieren una actualización.
Prohibición de difundir controles
La reforma también incorpora el apartado 7 al artículo 13, que veta la publicación, por cualquier medio, de información sobre la ubicación de controles policiales de alcohol, drogas u otros relacionados con la seguridad vial. El PSOE sostiene que estos controles son esenciales para garantizar el cumplimiento de la ley y proteger derechos fundamentales como la vida, la integridad física y la libertad de circulación.