El ‘comisario Lenin’ del PSOE en Interior tendrá un papel relevante en el ‘Ministerio de la Verdad’
José Antonio Rodríguez fue nombrado Director del Gabinete de Coordinación y Estudios para el "control político" de Interior
Maneja numerosa información sensible y los fondos reservados del Ministerio
Dirige la Oficina Nacional de Lucha contra los Delitos de Odio para "combatir el discurso de odio en campañas electorales"
El comisario José Antonio Rodríguez González, conocido por sus compañeros como ‘comisario Lenin’ por su estrecha vinculación al PSOE, tendrá un papel relevante en la Comisión Permanente de Desinformación creada por el Gobierno en la Orden del Ministerio de la Presidencia publicada en el Boletín Oficial del Estado. El ‘comisario Lenin’ es, actualmente, director del Gabinete de Coordinación y Estudios de la Secretaría de Estado de Seguridad. Fue directamente nombrado por Pedro Sánchez nada más ganar la moción de censura contra Mariano Rajoy. El Gabinete es una pieza clave en el engranaje del Ministerio del Interior y en la nueva estructura creada.
El punto 3 de la polémica orden PCM 1030/2020, del 30 de octubre, señala el «Procedimiento de actuación contra la desinformación» y define los «Órganos, organismos y autoridades responsables», es decir, las ‘patas’ del polémico mecanismo y el lugar donde el Gobierno lo radica. Son seis, pero de facto sobran bastantes:
1. El Consejo de Seguridad Nacional.
2. El Comité de Situación del Departamento de Seguridad Nacional (DSN) radicado en el búnker de Moncloa. Sus reuniones y actas son secretas. Lo preside Carmen Calvo. Puede acudir el presidente del Gobierno, pero quien lo maneja de facto es el general Miguel Ángel Ballesteros, director del DSN, persona de la confianza de Iván Redondo. El DSN realiza una labor muy profesional en la identificación de ciberataques y de campañas de desinformación desde potencias extranjeras, como es el caso de Rusia en el tema de Cataluña, uno de los «quebraderos de cabeza del DSN», según afirman fuentes de Moncloa a OKDIARIO.
El Comité de Situación ha tenido un papel esencial, pero no público, en la crisis sanitaria del Covid. Muchas de las decisiones del Gobierno se han tomado ahí amparadas en el secreto de sus actuaciones. Según aseguran las mismas fuentes de Moncloa a OKDIARIO, también habría jugado un papel relevante en algunas de las millonarias contrataciones fake de material sanitario que se realizaron en la primera oleada y de las que nunca más se supo.
A las reuniones del Comité de Situación acude el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y los ministerios afectados por sus deliberaciones en el nivel y representación que se considere. No necesariamente los ministros.
La orden ministerial dice que «el Comité de Situación podrá apoyarse en una Célula de Coordinación de lucha contra la desinformación activada ad hoc por el director del Departamento de Seguridad Nacional». Será otro ‘Comité de Expertos’ cuya composición, probablemente, también será secreta (como con el Covid) al radicarlo el Gobierno, precisamente, en el Comité de Situación del DSN.
3. La Secretaría de Estado de Comunicación, que dirige Miguel Ángel Oliver, director de Comunicación del Gobierno.
4. La Comisión Permanente contra la desinformación, donde aparece el Gabinete de Coordinación y Estudios de la Secretaría de Estado de Seguridad, que dirige el ‘comisario Lenin’.
5. Las autoridades públicas competentes, que, según la orden ministerial, son las mismas: la Presidencia del Gobierno, el CNI y la Secretaría de Estado de Comunicación (SEC).
6. El sector privado y la sociedad civil, donde se pide la «colaboración» de los medios de comunicación, plataformas digitales y ciudadanos en general.
El departamento que dirige en el Ministerio del Interior el ‘comisario Lenin’ estará en esa Comisión Permanente contra la desinformación del punto 4, que, según la orden ministerial, «es el órgano al que corresponde asistir a los organismos anteriormente mencionados sobre aspectos relativos a la valoración técnica y operativa de posibles campañas de desinformación». Es decir, el órgano que asesorará, junto a la llamada Célula de Coordinación (los ‘expertos’), las decisiones políticas de Iván Redondo. El jefe de Gabinete del presidente del Gobierno es quien aparece en la cúspide de todo este confuso entramado administrativo.
En el Comité Permanente de Desinformación aparecen, además de Interior, la SEC, el DSN, el CNI, Exteriores y la Secretaría de Estado de Transformación Digital e Inteligencia Artificial (SEDIA), de Carmen Artigas, profesional del sector de gran prestigio fichada por la vicepresidenta económica, Nadia Calviño.
En definitiva, la orden ministerial es, más allá de la inseguridad jurídica que crea por su redacción ambigua (la SEC tuvo que enviar cuatro notas ‘aclaratorias’), todo un gran entramado terminológico y administrativo. Un entramado que, en realidad, gira sólo en torno al Comité de Situación del DSN (Presidencia del Gobierno), al CNI (Presidencia y Defensa), la Secretaría de Estado de Comunicación (Presidencia) y el Ministerio del Interior (el departamento del ‘comisario Lenin’), junto al apoyo diplomático de Exteriores y el apoyo técnico de la Secretaría de Estado de Transformación Digital e Inteligencia Artificial.
En la orden ministerial, el Gabinete que dirige en Interior el ‘comisario Lenin’ aparece, además, como «actor involucrado» en dos de los cuatro niveles de alerta que se establecen. Incluso en uno más si el Comité de Situación del DSN lo requiriera. La influencia, por tanto, del ‘comisario Lenin’ en las decisiones políticas de Iván Redondo y del Gobierno en esta cuestión va a ser relevante.
Gabinete clave
El Gabinete de Coordinación y Estudios de la Secretaría de Estado de Seguridad es el órgano de apoyo y asesoramiento a través del cual el secretario de Estado, Rafael Pérez, ejerce su función de coordinación y supervisión de la actuación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y de colaboración con las policías autonómicas y las policías locales. Es una pieza clave del engranaje entre Policía Nacional y Guardia Civil y del Ministerio del Interior con el CNI. Maneja numerosa información sensible y de él depende la distribución y «justificación» de los fondos reservados asignados al ministerio. Esto es lo que maneja, entre otras muchas cosas, el ‘comisario Lenin’ de acuerdo a sus atribuciones.
Delitos de odio
Pero el ‘comisario Lenin’ dirige, además, desde ese Gabinete, la Oficina Nacional de Lucha contra los Delitos de Odio que tiene -entre otras misiones- «combatir el discurso de odio en las campañas electorales». La Oficina funciona a través de denuncias anónimas mediante un mail habilitado en la web del Ministerio del Interior. En la reciente moción de censura de Vox, nada más acabar Santiago Abascal de hablar, el PSOE y Podemos firmaron junto a Bildu, la CUP, ERC y otros grupos nacionalistas e independentistas un manifiesto «contra los discurso del odio de la extrema derecha» señalando claramente a Vox. En distintas ocasiones, el Gobierno ha ligado el discurso de Vox con el «odio» y la «desinformación». Todo a la vez.
Comisario PSOE
Técnicamente, la intervención del Gabinete de Coordinación y Estudios que dirige el ‘comisario Lenin’ sería impecable de acuerdo a sus funciones. El problema radica, desde su nombramiento, en la persona que lo dirige. Un comisario al que sus propios compañeros conocen como el ‘comisario Lenin’ en el Ministerio del Interior y en la Policía, desde hace muchos años y especialmente desde los tiempos de Alfredo Pérez Rubalcaba y los gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero. Su vinculación con el PSOE es indisimulada.
El comisario José Antonio Rodríguez González es el hombre del PSOE en Interior. Fue nombrado al mes siguiente de ganar Pedro Sánchez la moción de censura. «Fue un nombramiento personal de Sánchez para controlar políticamente el ministerio en un puesto clave», según fuentes de Interior. «Su relación con Marlaska ha pasado por etapas, pero ahí sigue porque quien manda es Sánchez», añaden. Aquel nombramiento fue el primer choque de la Guardia Civil con Sánchez y con el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. La dirección del Gabinete tradicionalmente ha estado en manos de la Guardia Civil. Sánchez rompió la tradición para colocar a «su» comisario de policía. Los antecesores del ‘comisario Lenin’ habían sido el coronel Juan Hernández Mosquera y el coronel Diego Pérez de los Cobos, responsable de coordinar el operativo policial contra el golpe de estado del 1-O en Cataluña.
Al ‘comisario Lenin’ se le atribuye también el cese del jefe de la Unidad Central Operativa (UCO), el coronel Manuel Sánchez Corbí. El coronel Sanchez Corbí, de enorme prestigio en la UCO, había dirigido operaciones anticorrupción tan relevantes como Lezo o Púnica, entre otras. Casos que afectaron especialmente al PP, pero también al PSOE. Y lo hizo durante los gobiernos del PP de Mariano Rajoy.
El coronel Sánchez Corbí paralizó mediante un mail todas las operaciones de la UCO al haber sido congelados los fondos reservados necesarios para algunas de ellas. La decisión de congelar los fondos fue del ‘comisario Lenin’ porque su departamento es quien los maneja y distribuye. Fuentes de Interior recuerdan a OKDIARIO que Marlaska «montó en cólera» por el mail de Sánchez Corbí y Lenin, según las mismas fuentes, «le animó a cesarlo». Fuentes de Interior señalaron en su momento que «el PSOE se quitó a Sánchez Corbí porque no se fiaba de su profesionalidad e independencia en su trabajo contra la corrupción política».
El ‘comisario Lenin’ aparece también citado en el sumario de la Operación Kitchen y en las anotaciones del comisario José Manuel Villarejo. Vox ha pedido que comparezca ante la comisión parlamentaria de investigación del caso Kitchen en el Congreso promovida por el PSOE y Podemos.
El ‘comisario Lenin’ aparece, desde que fue nombrado, en cada polémica contra la Guardia Civil , especialmente, en lo referido a Cataluña. Se le atribuyó que la Guardia Civil fuera apartada del operativo de seguridad del Consejo de Ministros extraordinario que presidió Pedro Sánchez en Barcelona en diciembre de 2018. A Lenin se le atribuyó también que la Guardia Civil no interviniera, apoyando a la Policía, en los graves disturbios de Via Laietana y Urquinaona en Barcelona el año pasado tras la sentencia del procès. Se adujo que su medio de actuación es el rural y no el urbano.
El ‘comisario Lenin’ es de esos personajes de ‘leyenda’ que han pululado o pululan por el Ministerio del Interior y de los que hay pocas fotos o referencias gráficas. Cualquier fuente de Interior destaca su enorme poder interno en el ministerio.
Sala de Crisis
De él cuentan a OKDIARIO fuentes de Interior y de otros ámbitos la reunión que convocó en la Sala de Crisis del ministerio con representantes de una importante consultora. Esta consultora había sido contratada para cuantificar exactamente la equiparación salarial real de la Policía y la Guardia Civil. La consultora concluyó que 1.500 millones de euros, 700 millones más que el acuerdo cerrado por el Gobierno del PP y cuyo tercer tramo se va a pagar este mes. El ministro Marlaska no quiso asumir esa nueva cantidad y «optó políticamente» por dar por cerrado el tema de la equiparación con los 800 millones pactados por el PP.
Diversas fuentes cuentan a OKDIARIO que el ‘comisario Lenin’ convocó a los representantes de la consultora en la Sala de Crisis del ministerio, aislada de escuchas, les obligó a dejar los móviles fuera y les conminó a «revisar» su dictamen recordándoles -según las fuentes- que estaban en juego los 120.000 euros del contrato por asesorarles. En el segundo informe, la consultora volvió a estudiar el tema y, una vez estudiado, rebajó la cifra a los 800 millones acordados con el PP. La capacidad de convicción del ‘comisario Lenin’ para cumplir los deseos del ministro Marlaska (es decir, de Pedro Sánchez) quedaron aquel día -por si la había- fuera de toda duda.