Pablo Hasél

Colau deja las calles de Barcelona llenas de ‘munición’ para que los violentos ataquen a los Mossos

A diferencia del Ayuntamiento de Madrid, el de la Ciudad Condal no retira bolsas de escombros, contenedores ni señalización móvil

Ada Colau
Los contenedores con escombros son munición para los radicales
Alfonso Egea
  • Alfonso Egea
  • Jefe de Investigación en OKDIARIO. Anteriormente fui responsable de la sección de Actualidad y Sucesos en Espejo Público, en Atresmedia. He publicado cuatro libros y actualmente colaboro en programas de televisión en Mediaset y en Telemadrid. Agradecido por tener el reconocimiento de la Policía Nacional de Madrid y la medalla al mérito de la Guardia Civil.

Siete días consecutivos de altercados, destrozos y saqueos en varias ciudades catalanas, pero especialmente en Barcelona, delatan la inacción del Ayuntamiento de la Ciudad Condal, con Ada Colau al frente, que una vez más ve sus calles tomadas por los violentos mientras el Consistorio no activa las medidas elementales para proteger a los policías como la retirada de mobiliario y objetos que son usados como armas arrojadizas contra ellos. Con casi un centenar de heridos entre los mossos sus representantes sindicales critican que se esté facilitando la violencia contra los agentes.

Durante los últimos cinco días se han revivido escenas de violencia en la Ciudad Condal y cada noche ha habido agresiones a los agentes de policía, ataques a edificios privados e institucionales, incendio de barricadas y saqueos. Ojo a esto último, porque los saqueos, el pillaje, no se está produciendo solo en las grandes marcas, que suele ser la excusa de los antisistema para justificar la destrucción de la propiedad privada. También pequeños negocios han sido destruidos y robados en las últimas jornadas en Barcelona. Los violentos han tenido todo lo necesario a su alcance para protagonizar estos episodios de guerrilla urbana: contenedores de todos los tamaños, inagotables botellas en sus contenedores, vallas, escombros de obras, señales de tráfico móviles. Y la pregunta es, ¿qué hacía todo eso en la calle a mano de los violentos?

Curiosamente estos hechos se han vuelto muy recurrentes en toda Cataluña, pero sobre todo en la Ciudad Condal, desde 2015, desde que la alcaldesa de Barcelona es Ada Colau. Su política local en materia de seguridad viene siendo muy criticada por el colectivo policial. No solamente por Mossos d’Esquadra, cuya coordinación escapa a las competencias municipales, también por la Guardia Urbana, policía local de Barcelona y uno de los mayores cuerpos policiales de ámbito local de España. Los altercados en Barcelona tienen un antes y un después con la llegada de Ada Colau al ayuntamiento, o más bien, la respuesta del consistorio ante estas manifestaciones violentas y la protección de sus Policías y sus Mossos.

La comparación con Madrid

Como consecuencia del referéndum del 1 de octubre se dispararon las concentraciones que acabaron en la llegada masiva de cuerpos policiales de todo el país hasta el puerto de Barcelona, el famoso barco ‘Piolín’. Desde ese momento la violencia callejera se disparó y luego volvió a reactivarse por la sentencia tras el juicio del Procés, y ahora por el encarcelamiento de Hasél. ¿Y qué ha hecho en todas esas ocasiones el ayuntamiento que dirige Ada Colau? Lo mismo que ha hecho estos últimos cinco días. Y son fuentes policiales las que se lo explican a OKDIARIO poniendo como ejemplo la inevitable comparación con Madrid y con la gestión llevada a cabo por el Gobierno de José Luis Martínez-Almeida.

“Cuando te enfrentas a masas violentas lo importantes es dejar la calle a las unidades policiales especializadas en este tipo de actuaciones, pero sobre todo impedir que los violentos se nutran de lo que hay a su alrededor, y eso Madrid lo ejecutó desde el primer día”. Los expertos en gestión de masas explican que cuando la ciudad se ve sorprendida por actos violentos más o menos organizados sólo queda la opción la reprimir las protestas y tratar de detener a los que comentan delitos. Eso sucedió el primer día que hubo disturbios en Madrid relacionados con el encarcelamiento de Hasél. Hubo una noche de violentas protestas, en su mayoría encapsuladas en la almendra central de Madrid, en el entorno de la Puerta del Sol. Y ya no hubo más violencia mientras en Barcelona cada noche se repitieron las mismas escenas de violencia. ¿Qué hizo Madrid distinto a Barcelona?, ¿qué decisión tomó Almeida y no Ada Colau? Retirar de la vía urbana todo lo que pudiera ser utilizado por los violentos para atacar no sólo a las fuerzas del orden sino también los comercios.

A la mañana siguiente de los disturbios en Madrid el alcalde de la capital visitó en compañía de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, las calles de la capital más afectadas por los disturbios. Ese mismo día el alcalde avisó de que durante la jornada se retirarían de la zona papeleras, almacenaje de escombros, vallas y contenedores. Al día siguiente lo más reseñable fue una concentración en la plaza de Callao en la que un grupo de personas cantaban de manera pacífica contra el encarcelamiento de Hasél. Mientras, en Barcelona, se preparaba otra noche de violencia en la que los que atacaron a los cuerpos de policías catalanes dispusieron de lo necesario para más noches de fuego y violencia que hasta ahora ha dejado a casi 90 mossos heridos.

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