El CNI incluye parte del programa de Vox como «contrario a las instituciones democráticas» y «una amenaza directa»
El Centro Criptológico Nacional -coordinado con el CNI- acaba de finalizar un informe sobre desinformación en el que califica de «contrario a las instituciones democráticas» y «una amenaza directa» la crítica al globalismo: Vox es el principal partido que ha incluido este punto en su ideario. Lo ha defendido todo el partido con Santiago Abascal a su cabeza.
Ahora, los organismos de inteligencia lo tachan de una narrativa con «naturaleza antisistema» contrario «a las instituciones democráticas y pueden suponer una amenaza directa para la cohesión social, la estabilidad, incluso la salud del país».
El informe aparece elaborado con fecha del pasado 30 de septiembre. Lo ha desarrollado el ‘Observatorio Digital Elisa. Laboratorio para el Análisis de la Desinformación (Antiglobalismo)’. Y carga contra las tesis que critican el avance de unas «élites globales» que se superponen a los países por ser una de las «narrativas maliciosas más frecuentes».
El texto del documento del centro que coordina del CNI destaca que «a continuación, se detallan las narrativas maliciosas más frecuentes, según las fuentes digitales potencialmente maliciosas, analizadas por el ‘Observatorio Digital Elisa’, tanto en España como en el extranjero». La primera es el «Antiglobalismo». Una idea que Vox no ha dejado de repetir en sus intervenciones.
Seguridad de las tecnologías
La Ley 11/2002, de 6 de mayo, reguladora del Centro Nacional de Inteligencia, encomienda al CNI el ejercicio de las funciones relativas a la seguridad de las tecnologías de la información en su artículo 4.e), y de protección de la información clasificada en su artículo 4.f), a la vez que confiere a su secretario de Estado director la responsabilidad de dirigir el Centro Criptológico Nacional (CCN) en su artículo 9.2.f). De ese modo surge el CCN como brazo del CNI.
«Como desarrollo de esta Ley, y partiendo del conocimiento y la experiencia del CNI sobre amenazas y vulnerabilidades en materia de riesgos emergentes, se creó en el año 2002 el CCN, regulado por el Real Decreto 421/2004, de 12 de marzo», señala la propia documentación del CNI.
«Desde su creación, su labor ha ido encaminada a reducir los riesgos y amenazas provenientes del ciberespacio, fomentar el uso de productos y sistemas seguros (constituye el Organismo de Certificación) en su ámbito, propiciar la formación, coordinación y comunicación entre todos los agentes implicados y actuar como estandarte de la defensa del ciberespacio (a través de su Capacidad de Respuesta a Incidentes CCN-CERT), preservando la información clasificada y sensible, evitando la interrupción de servicios y defendiendo el patrimonio tecnológico español. Juega, además, un papel central en el desarrollo e implantación del Esquema Nacional de Seguridad (ENS) y de la Estrategia de Ciberseguridad Nacional», añade el CNI. Ese es el organismo que señala que una parte decisiva del planteamiento de Vox es una «amenaza directa».
Su informe destaca que «las narrativas antiglobalistas tienen una naturaleza antisistema contrarias a las instituciones democráticas y pueden suponer una amenaza directa para la cohesión social, la estabilidad, incluso la salud del país. La crisis de la Covid-19 ha favorecido un gran crecimiento de estas narrativas, así como de las fuentes digitales que difunden este tipo de contenidos. Sólo entre el mes de abril de 2020 y septiembre de 2020, el ‘Observatorio Digital Elisa’ ha detectado 1.808 contenidos antiglobalistas difundidos en 157 plataformas».
Al servicio de unas élites ocultas
El informe del CNN añade que «su núcleo principal consiste en afirmar que las democracias no obedecen a las necesidades de los ciudadanos, sino que están al servicio de unas élites ocultas que son las que toman las decisiones, ajenas a la voluntad de los mismos. Buscan culpar a un enemigo externo (imaginado e imaginario) de los problemas sociales, políticos o económicos que afectan a un país».
En innumerables ocasiones Vox ha señalado a la figura de George Soros como protagonista clave de este globalismo. «Esta narrativa, que las plataformas maliciosas defienden sin aportar ninguna evidencia, es la base ideológica sobre la que se asientan los movimientos políticos de polarización que están surgiendo en Europa y Estados Unidos, y que plantean como retórica ‘recuperar’ la soberanía de los Estados con agendas políticas nacionalistas e identitarias», subraya el documento del CCN.
Concluye afirmando que «su naturaleza es antisemita, puesto que de manera sistemática vinculan al ‘lobby judío’ intereses ocultos (George Soros o la familia Rothschild e incluso a Bill Gates). Estas narrativas son hostiles a seis principios básicos de la democracia: La legitimidad de los Estados, el pluralismo social, la economía de mercado, los medios de comunicación tradicionales, los organismos multilaterales, y la investigación científica».
Vox ha criticado la influencia de esas élites. Ha cargado contra el globalismo. Y ahora el CCN -coordinado con el CNI- califica su postura de «amenaza directa» y «hostil», entre otras cosas, a la legitimidad de los estados y el pluralismo social.
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