Barómetro CIS

El CIS de Tezanos dispara al PSOE por encima del 30%, premia a Podemos y castiga al PP y Vox

El último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) se realizó en pleno escándalo del 'Delcygate'. En ese tiempo se produjo también la reunión entre Pedro Sánchez y el inhabilitado Quim Torra en Barcelona

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Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

El CIS de Tezanos sigue disparando al PSOE en perspectivas de voto. Según el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas, los socialistas lograrían un 30,9% de los votos, frente al 28% que tuvieron en las elecciones del 10-N. El partido de Sánchez se coloca así a distancia del PP, con el 18,9% de voto (tuvo el 20,82% en  los comicios). Según el análisis de Tezanos, al dirigente socialista no le pasa factura ni el escándalo del ‘Delcygate’ ni tampoco la reunión con el inhabilitado Quim Torra, el pasado 6 de febrero.

Tezanos también mima a Podemos, socios del Gobierno socialcomunista, que sube del 12,84% de las elecciones al 13,6%. El partido de Iglesias se adelanta así a Vox, ahora tercera fuerza en el Congreso y que, según el CIS, lograría un 13,4% del voto frente al 15,09% que realmente tuvo. Ciudadanos subiría, aunque se mantiene en quinta posición, con un 8,1%.

El trabajo de campo de esta encuesta se realizó entre el 1 y el 11 de febrero, de forma que evalúa ya las primeras semanas del Gobierno socialcomunista y otros hechos relevantes, como la reunión de Ábalos con la número dos de Maduro, Delcy Rodríguez, en Barajas. En ese tiempo, el 6 de febrero, se produjo también el encuentro de Sánchez con el presidente inhabilitado de la Generalitat, Quim Torra.

En la encuesta del mes de enero, el PSOE consolidaba su ascenso, con una diferencia de más de 10 puntos sobre el PP. Los socialistas, según el barómetro de Tezanos, lograban el 30,4% de los votos, 2,4% más que en las elecciones del 10-N y cinco décimas menos que ahora.

Se trataba del primer barómetro con estimación de voto desde que Sánchez fue investido presidente del Gobierno y formara con Podemos la primera coalición gubernamental de la democracia.

En aquel sondeo los socialistas aventajaban en más de diez puntos al PP, que se quedaría en el 19,9 %, un punto menos del respaldo logrado en las urnas (20,8 %). Podemos alcanzaba el 13,8 %, al subir un punto sobre el resultado electoral (12,8 %). Los de Pablo Iglesias adelantaban a Vox, que caía a la cuarta plaza con el 13,4 % de los votos, casi dos puntos y medio menos que los conquistados en las elecciones (15,09 %). Ciudadanos seguía en quinta posición con el 6,5 % de los sufragios, frente al 6,7 % que obtuvo en las urnas.

Reunión con Torra

En el período de recogida de las opiniones para elaborar el último barómetro se produjo el escándalo que acorrala al Gobierno de Pedro Sánchez, la reunión del ministro de Transportes, José Luis Ábalos, con la número dos de Nicolás Maduro, Delcy Rodríguez, en el aeropuerto de Barajas. El presidente socialista ha defendido la actuación de Ábalos porque, en su opinión, evitó una «crisis diplomática». El ministro ha ofrecido distintas versiones de aquel encuentro. En su última intervención, este miércoles en el Congreso, Ábalos llegó a reavivar el atentado del 11-M para acusar al PP de ser «el partido de la mentira» y desvirtuar sus acusaciones.

El 6 de febrero, Sánchez se reunió con Torra en el Palau de la Generalitat y le ofreció un documento de 44 páginas, «Agenda para el reencuentro», en el que, entre otros, sustituye la Constitución por una vaga referencia al «marco de la ley y el respeto a la seguridad jurídica».

En dicho acuerdo, base para la negociación que este miércoles continuó en La Moncloa con la reunión de la mesa entre las delegaciones, se apostaba por «abrir vías de negociación y diálogo sobre el futuro de Cataluña» para «buscar soluciones políticas que reflejen los intereses de una amplia mayoría de catalanes». 

En otro de los puntos, el Gobierno accedía a «evitar la judicialización de la política» y a la «reducción de la conflictividad institucional».

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