Borrell no oculta ya su enfado por el compadreo de Sánchez con Torra
El ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, ya ha hecho visible su pesimismo sobre la situación de Cataluña, lo que ha provocado tensiones internas en el seno del Gobierno. Borrell no cree en el nacionalismo y sí en la Constitución. Y a tenor de las declaraciones en las últimas horas de la delegada del Gobierno en Cataluña y de la vicepresidenta Carmen Calvo, la disensión en el Ejecutivo ya es palpable. Borrell rechaza de plano el compadreo de Sánchez con Torra.
Borrell ha dejado claro ya en su círculo más cercano y en reuniones mantenidas en los últimos días que la vía de los paños calientes y el acercamiento a Quim Torra no va a solventar nada sino todo lo contrario.
Su crítica se justifica en varios puntos. En que el oxígeno y la permisividad con el separatismo no va a hacer otra cosa que darle aire al golpismo de Torra y Puigdemont. En que la calle y el control de los medios y la opinión pública es pleno por parte de los radicales separatistas. En que la sentencia del juicio del 1-O va a generar una situación de explosión separatista en plena ausencia del Estado en Cataluña. Y en que, con ese combinado, quien tiene las de ganar en unas futuras elecciones es, de nuevo, el conglomerado golpista.
Y todo ello en medio de una pérdida de objetivo político del que es el viejo partido de Josep Borrell, el PSC, lo que deja aún con menos capacidad de juego político en Cataluña al partido en el Gobierno: el PSOE.
Borrell critica los mensajes favorables al indulto a los golpistas que se lanzan desde el Gobierno
Se trata del mensaje que Borrell desliza ya en círculos íntimos. Unos círculos en los que no oculta su crítica a la aparición dentro de las filas socialistas de mensajes favorables al indulto a los golpistas. Y unos círculos en los que ya ha mostrado su rechazo al continuo mensaje de desunión de los socialistas con respecto a los partidos que trabajan por la creación de un bloque constitucionalista en Cataluña de cara a las elecciones municipales: PP y Ciudadanos.
El ministro de Exteriores ya ha dejado también constancia de su preocupación en público. De hecho, ha sido él quien ha afirmado que el desafío constitucional que se vive en Cataluña tardará años en arreglarse. “Con suerte serán 20 años”, ha afirmado. Lo ha dicho en los últimos días en Nueva York en un acto previo a la Asamblea General de Naciones Unidas.
Josep Borrell ha añadido que la solución “estará siempre dentro del marco de la constitución”. Y en esa Constitución no cabe discutir de ilegalidades como un pisoteo a la Justicia por medio del indulto o de un premio al golpismo por medio de reformas constitucionales ad hoc.
El ministro de Exteriores ha destacado que la Justicia española nada tiene que envidiar a ninguna otra en derechos y garantía
El jefe de la diplomacia española, además, ha hecho campaña fuera de España en favor de la labor de los jueces españoles contra el independentismo catalán, mientras el departamento de Justicia de su propio Gobierno ha pretendido omitir la ayuda al juez Pablo Llarena.
Borrell ha destacado, además, que la Justicia española nada tiene que envidiar a ninguna otra en derechos y garantía, “estamos por encima de Bélgica”. Y ha defendido sus afirmaciones en todas las sedes con datos incontestables sacados, por ejemplo, de los informes del Banco Mundial porque “somos una de las democracias más sólidas del mundo”, ha destacado el ministro socialista.
Y en España ha recordado igualmente que “no hay presos políticos, ¿saben lo que es eso?”.
Y con esos planteamientos no ha tardado en abrir la crítica dentro de su propio Ejecutivo. Porque el resultado final de la política de Pedro Sánchez cada día se parece menos a los criterios de Borrell.