Cataluña ya tiene en UCI un 20% más de ingresados de los que llegó a tener Madrid en la segunda ola
Cataluña da síntomas de estar poco a poco controlando la pandemia. Hace una semana, la incidencia acumulada en la región se situaba por encima de los 750 casos por cada 100.000 habitantes, mientras este miércoles caía a 642. Sin embargo, la mejoría aún está lejos de notarse en la evolución de la presión hospitalaria: Cataluña ha marcado este miércoles su máximo de ingresos en UCI con 597 camas de críticos ocupadas. En el peor momento de su segunda ola, la Comunidad de Madrid marcó un pico de 505 ingresos. La diferencia entre ambas cifras es de un 20% superior para Cataluña.
La presión hospitalaria en esta segunda ola en Cataluña plantea la amenaza de un colapso sanitario. Si las cifras de ingresos en UCI continúan subiendo, la región se enfrenta a un serio problema. Este miércoles marcaron su máximo para esta oleada, con 597 pacientes internados en cuidados intensivos.
Según los datos del Ministerio de Sanidad, la cifra supone un 42,55% de ocupación de las camas UCI en Cataluña, una cifra que sobrepasa en mucho al 35% que marca el departamento de Salvador Illa como umbral del máximo nivel de alerta. El umbral impuesto a Madrid para confinarla el pasado mes de octubre en un estado de alarma ad hoc.
Comparado con Madrid, la comunidad que hace algo más de un mes y medio era la única que se enfrentaba a un desafío grave con el aumento de casos del Covid, la situación actual de las UCI en Cataluña muestran que la ocupación es un 20% superior a los 505 pacientes ingresados que llegó a notificar la Comunidad el 5 de octubre. Aquel día, Madrid certificó su ‘pico UCI’ con una cifra que no volvió a repetir.
Este miércoles, Madrid sin embargo se movía en el umbral del 35,01% de ocupación en UCI, con 437 ingresados. Le faltan dos centésimas porcentuales para bajar por debajo del criterio con el que le confinó Sanidad. A día de hoy, es el único de los tres baremos impuestos que sigue incumpliendo. En los otros dos, el de la positividad (ahora al 8,64%, exigiéndosele un 10%) y el de la incidencia acumulada (se le exigía menos de 500 y está en 332), ya tiene ratios inferiores.
Medidas distintas, resultados diferentes
El difícil equilibrio entre la sanidad y la economía está marcando la aplicación de las medidas contra el Covid en todas las comunidades autónomas. A diferencia de lo que se defiende desde algunos sectores políticos, el cierre parcial o total de algunos sectores económicos, como la hostelería y la restauración, no es de por sí sinónimo de mejora en el número de contagios. Basta comprobar el ejemplo de Madrid y Cataluña.
El modelo de restricciones por zonas sanitarias aplicado por la Comunidad de Madrid consiguió frenar un 33% los contagios en sus tres primeras semanas de aplicación. Lo hizo sin afectar al tejido empresarial y laboral. En Cataluña, sin embargo, en sus tres primeras semanas de cierre total de la hostelería, la tendencia al alza de la incidencia acumulada paso de los 272 casos por cada 100.000 habitantes hasta los 742.
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