ES LA QUINTA FUGA

Cartagena: otros 17 inmigrantes argelinos en cuarentena huyen del polígono Cabezo Beaza

176 inmigrantes en total se han escapado ya del polígono. 62 siguen en paradero desconocido

Baleares pateras
Patera con inmigrantes ilegales llegando a España (Foto: Europa Press).

Diecisiete inmigrantes argelinos llegados en pateras se han fugado este jueves de la nave del polígono Cabezo Beaza, en Cartagena (Murcia), donde guardaban cuarentena para evitar posibles contagios de covid. En los vídeos grabados y difundidos por las redes sociales se les ve salir a la carrera campo a través.

Es la quinta fuga que se produce de esta misma instalación en los últimos días. 176 inmigrantes en cuarentena han conseguido escaparse desde principios de mes. 114 fueron localizados, pero otros 62 siguen en paradero desconocido.

La huida de este jueves, según algunas fuentes, se ha producido al dar positivo uno de los confinados en la nave, aunque la Delegación del Gobierno asegura que todos habían dado ya negativo y estaban a la espera de los resultados de los últimos test PCR.

Los 17 salen corriendo por los terrenos contaminados de la antigua fábrica de Español del Zinc. Ya han sido localizados 13 por la Guardia Civil. Quedan cuatro fugados.

En el video colgado en redes sociales, la persona que lo graba muestra su estupor ante la escena.

 

 

Traductor detenido

Un traductor de la Cruz Roja ha sido detenido por resistencia a la autoridad. Según algunas fuentes, se habría negado a facilitar a la Guardia Civil la identidad de los fugados. Cartagena Actualidad asegura que el detenido habría agredido a un capitán de la Guardia Civil y a un policía nacional y habría ayudado a fugarse a los inmigrantes forzando la puerta trasera del pabellón. La Guardia Civil ha tenido que poner un vehículo en esa puerta para evitar más fugas hasta ser arreglada.

La llegada masiva de pateras desde Argelia a Murcia en las últimas semanas ha generado un importante problema al gobierno regional, encargado de buscar los lugares para las cuarentenas. En Cabezo Beaza, la seguridad es privada y apenas hay un par de guardias civiles en el exterior. Las críticas al delegado del Gobierno, José Vélez, por su gestión de la crisis migratoria son generalizadas desde distintos estamentos políticos, policiales y empresariales.

Sin medios

El fenómeno de la inmigración irregular está desbordando a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado este verano, en plena pandemia, en las provincias a las que llegan las pateras procedentes de Argelia y Marruecos. Las asociaciones profesionales de policías y guardias civiles llevan semanas pidiendo al ministro Fernando Grande-Marlaska medios de protección para poder ocuparse de estas personas con garantías sanitarias.

Justicia Guardia Civil (JUCIL), al publicar el vídeo de la fuga en Cabezo Beaza, señala que «cuando no tienes los recursos adecuados ni el personal necesario, esto es lo que sucede, además, carecemos de protocolos contra rebrotes y la inmigración ilegal». Justicia Policial (JUPOL) también se ha hecho eco de la fuga y señala que «llevamos días alertando del RIESGO SANITARIO que suponen para la SALUD PÚBLICA por estar confinados con #COVID19».

La Unión Federal de Policía (UFP) ha pedido este jueves, de nuevo, EPIs para los agentes que se ocupan de las llegadas de pateras «iguales que los que llevan los sanitarios de Cruz Roja, ONGs o Sanidad», zonas seguras para las dotaciones policiales y pruebas PCR y cuarentena para todos los agentes que forma parte de estos dispositivos. Policías y guardias civiles cuentan que se están pagando ellos mismos los test y que siguen de servicio tras estar en contacto con estas personas.

UFP recuerda también que, en algunos casos, los inmigrantes se han enfrentado a la policía «de forma muy violenta».

Sin policías

Los traslados de inmigrantes para hacerles pruebas PCR están generando, además, serios problemas de seguridad en grandes ciudades por falta de efectivos y patrullas. El fin de semana pasado, la Bahía de Cádiz vivió una situación -según fuentes policiales- «alarmante».

El domingo, la ciudad de Cádiz (120.000 habitantes) se quedó sin agentes ni patrullas para atender las llamadas de los ciudadanos. Las patrullas disponibles tuvieron que dedicarse al traslado y custodia de los inmigrantes recién llegados en masa. Hubo que mandar refuerzos desde San Fernando, Puerto Real y Jerez de la Frontera, que, con 212.000 habitantes, quedó con un solo vehículo policial.

«Si no se remedia -señalan las fuentes- ocurrirá un día una desgracia». La misma situación han vivido, en las pasadas semanas, la ciudad de Almería, Murcia capital y Cartagena, donde se ha producido esta última fuga. Noches de fin de semana con ninguna o apenas una patrulla policial para la seguridad ciudadana. El resto, dedicadas al traslado de inmigrantes irregulares.

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