Carrizosa (Cs) acusa al Govern de diseñar «una Diada de conflicto» para presionar en la mesa de diálogo
El líder de Cs en Cataluña, Carlos Carrizosa, tiene claro que la próxima Diada va a sembrar todavía más tensión en Cataluña. Los independentistas pretenden utilizar como presión al Gobierno de cara a la mesa de diálogo y a la petición de un referéndum para Cataluña. Carrizosa señala que «se ha diseñado una Diada de conflicto» y que el objetivo del Govern es propiciar incidentes y alborotos que justifiquen concesiones en la mesa de diálogo entre el Gobierno central y el de la Generalitat, que tiene previsto reunirse la siguiente semana.
«Van a llegar a la mesa de diálogo después de las movilizaciones de la Diada, y eso tiene como último objetivo la claudicación del Gobierno de Pedro Sánchez, que parece por anticipado dispuesto a darles todo lo que sea», ha sostenido Carrizosa.
Cree que la manifestación convocada por la ANC con apoyo de Òmnium y la AMI «se ha proyectado de forma que tenga un recorrido para propiciar episodios violentos», ya que saldrá de la plaza Urquinaona de Barcelona, pasará por la Via Laietana –en la que se ubica la Jefatura Superior de la Policía Nacional– y terminará en el Parlament, ha asegurado en una entrevista concedida a Europa Press.
«Esta Diada es el ‘apreteu’ (‘apretad’) a Sánchez en vísperas de la llamada mesa de diálogo», ha dicho en referencia a la expresión que utilizó el expresidente del Govern Quim Torra con los CDR en 2018, y ha predicho que se utilizarán tácticas de disturbios en las calles y de contenedores quemados que se atribuirán a unos pocos radicales, pero que se favorece desde el propio Govern.
«Permitir estas manifestaciones es propiciar incluso que se produzca descontrol, algaradas e incluso desórdenes públicos graves», ha agregado Carrizosa, que ha dicho que el recorrido es objetivamente simbólico para los desórdenes tras la sentencia del 1-O, por lo que le parece una irresponsabilidad que se haya autorizado.
Por este motivo, ha avanzando que la próxima semana registrarán una petición de comparecencia del conseller de Interior de la Generalitat, Joan Ignasi Elena, y preguntas al Govern para que dé explicaciones sobre las razones para autorizar una manifestación con un «trazado tan reivindicativo para los violentos», y sobre la seguridad y la protección del Parlament, de la Jefatura de la Policía Nacional y de sus agentes.
Cree que al Govern le convienen los alborotos porque representan una medida de presión –también ante la mesa de diálogo–, y porque lo que buscan los partidos independentistas es una confrontación que lleve a la desestabilización, tanto desde el ámbito institucional como desde la calle, ha dicho.
Mesa de diálogo
Ha insistido en que la mesa de diálogo es en realidad una «mesa de chantaje en la que el Govern busca prebendas y el Gobierno de la nación busca el apoyo parlamentario en el Congreso», y augura que Sánchez no se mantendrá firme ante las demandas de los independentistas, porque su prioridad es continuar en La Moncloa como sea, según Carrizosa.
Considera que Sánchez no es de fiar: «Van a hablar de un referéndum de autodeterminación, que creo que por mucho que se esté excluyendo de boquilla por parte del Gobierno central, es una de las cuestiones que tienen sobre la mesa», y ha avisado de que cualquier consulta –aunque no sea de autodeterminación– implica una concesión encaminada a la independencia.
«Y lo que cabe esperar del Gobierno de España es que, sobre estas cuestiones, ni se siente a negociar» en una mesa que ha recordado que tiene dos años de margen por parte del Govern, por lo que cree que este espacio de diálogo alarga un espejismo de estabilidad y de negociación en la que los independentistas no descartarán la unilateralidad si el Estado no claudica, según él.