Durante la comparecencia en el Senado

La cara de odio con la que mira Sánchez a su socio Iglesias

Una fotografía del fotógrafo oficial de Podemos, Dani Gago, ha captado el resentimiento de Sánchez sobre Iglesias en una semana tensa para la coalición

Pablo Iglesias
Sánchez mira a su vicepresidente segundo Pablo Iglesias en el Senado. Foto: Dani Gago
Joan Guirado

Hay imágenes que dicen más que mil declaraciones. Y la que ha tomado el fotógrafo oficial de Podemos, Dani Gago, este martes durante la comparecencia de Pedro Sánchez en el Senado, es una de ellas. En la instantánea, que el artista visual ha colgado en su red social twitter, la cara de odio con la que el presidente del Gobierno mira a su vicepresidente segundo y líder de Podemos, Pablo Iglesias, resume a la perfección la tensión que viven los dos partidos de la coalición.

En la fotografía se ve a ambos dirigentes sentados en la fila del Gobierno del hemiciclo de la cámara baja. Iglesias, mirando sobre la mesa, es observado con atención por el jefe del Ejecutivo. Con la mascarilla puesta Sánchez intenta disimular su percepción pero sus ojos le delatan. El secretario general socialista clava la mirada en su socio que, esta misma mañana, en una entrevista concedida a la Cadena Ser, revelaba que tuvieron una contundente bronca a cuenta de la huída de Juan Carlos I. Iglesias, por eso, ha revelado también qué Sánchez le había pedido perdón. «Eso le honra», zanjaba el vicepresidente segundo.

En el tuit publicado por el fotógrafo Dani Gago del trabajo realizado en el Senado acompaña esa elocuente fotografía de tres más en las que salen Iglesias y Sánchez. La última, con el presidente en la tribuna de oradores y el vicepresidente sentado en su escaño, también es reveladora. El líder de Podemos observa a su jefe con una cierta desconfianza mientras este expone las líneas de trabajo de su gabinete para los próximos meses. En las otras dos instantáneas se ve al vicepresidente segundo aplaudiendo efusivamente y de pie guardando el minuto de silencio por las víctimas del coronavirus.

Las declaraciones del líder de Podemos esta mañana en el programa Hoy Por Hoy, de la Cadena Ser, han enojado a gran parte de los dirigentes del Partido Socialista e incluso del propio Gobierno. Preguntado por las propuestas de su compañera Nadia Calviño, vicepresidenta tercera y ministra de Economía y Competitividad, Pablo Iglesias ha respondido que «voy a reservarme mi opinión». La enemistad entre Iglesias y Calviño es pública y notoria y se ha agrandado aún más, esta semana, tras esconderle la ministra de Economía las negociaciones para la fusión entre Caixabank y Bankia, sobre la que se opone Podemos.

La relación entre socialistas y morados, con muchos altibajos, pasan ahora por un momento complicado. Pese a que Sánchez e Iglesias siempre acaban solucionando los problemas con un almuerzo en el Palacio de La Moncloa, las diferencias entre ambos partidos a cuenta de los apoyos para los presupuestos, ahora, amenazan con dificultar la tramitación de las cuentas públicas. En la misma comparecencia del Senado en la que Pedro Sánchez ha mirado con recelo a Pablo Iglesias el presidente ha reclamado aprobar los presupuestos «con el mayor apoyo posible sin exclusiones». El secretario general de Podemos, sin embargo, exigía esta mañana «no engañar a nadie» apostando por el bloque de la investidura al considerar que sacar las cuentas públicas con Ciudadanos es «inviable».

Los morados siguen apostando por la mayoría Frankenstein que facilitó la investidura de Sánchez para aprobar los presupuestos este mismo otoño. La disposición de muchos de los partidos, como Esquerra Republicana, no da garantías al Ejecutivo de que eso pueda ser así. Por eso la parte socialista del Gobierno negocia desde hace semanas con Ciudadanos con el fin de atraer el apoyo de los diez diputados liderados por Inés Arrimadas al proyecto de las cuentas que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y el Secretario de Estado de Derechos Sociales y responsable económico de Podemos, Nacho Álvarez, están negociando.  C’s exige no tocar los tipos impositivos a cambio de votar a favor de los presupuestos mientras los morados exigen a Sánchez subir los impuestos a las grandes fortunas.

Las salidas de tono del vicepresidente no son ninguna novedad. En el PSOE son muchos los que hace semanas que advierten al líder socialista del desgaste que supone para su formación las constantes declaraciones del vicepresidente contra dirigentes de Ferraz, del propio Gobierno o contra otras instituciones del Estado, como la Casa Real. Estas actitudes del secretario general de Podemos y vicepresidente segundo han provocado que, algunos de estos dirigentes y ministros socialistas, tal como avanzó OKDIARIO hace unas semanas, hayan animado a Pedro Sánchez a echar a sus socios del Ejecutivo. El presidente, sin embargo, está empeñado a resistir y mantener la coalición con Podemos.

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