LEY DE BIENESTAR ANIMAL

Belarra obligará a las piscifactorías a reducir el ruido de las máquinas para no molestar a los peces

La norma establece restricciones a la temperatura, alimento y niveles de ruido máximo que deben soportar los peces

Belarra reinventa el campo: obligará a que los perros pastores duerman en casa y no junto a los rebaños

Belarra piscifactorías
Pelayo Barro

La Ley de Bienestar Animal impulsada por la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, obligará a las empresas que gestionen piscifactorías a mantener separada la maquinaria de los tanques donde se crían a los peces para no molestarles con el ruido y las vibraciones. La nueva normativa amenaza con ponerle las cosas más difíciles, aún, al sector de la ganadería, la pesca y la caza. Según el nuevo Código de Bienestar Animal, también se verán afectadas las explotaciones y centros de investigación donde se críen o utilicen peces. 

Entre los detalles que se plantean se incluye la obligatoriedad de que «el nivel de ruido debe reducirse al mínimo», con el objetivo de no perturbar a los peces mientras nadan por sus tanques. Así, se estipula que «los aparatos que provocan ruido o vibraciones, como los generadores eléctricos o los sistemas de filtración, deben estar separados de los tanques donde se alojan los animales».

Se establecen también criterios muy concretos para otras cuestiones, como que la temperatura «debe mantenerse dentro de la gama óptima», proporcionando a los peces el tiempo correcto de luz y oscuridad. Además, se añaden detalles sobre la «dieta adecuada» en cantidad y frecuencia que se les debe aportar a los peces.

Perros pastores

Los cambios previstos en esa llamada Ley de Bienestar Animal, impulsada por la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, han puesto en pie de guerra al sector de la caza y al del campo. Tal y como denuncian profesionales de ambos sectores, algunas de las medidas que contiene la polémica normativa, cargada de ideología, amenazan directamente su sistema de vida. Por ejemplo, se obligará a los pastores a que sus perros deban dormir en el núcleo familiar del hogar, al entender que son animales de compañía y no de trabajo. Así, se privará a los canes de dormir a la intemperie junto a los rebaños, como hacen habitualmente.

El nuevo texto normativo no incluye la categoría de perros de trabajo. Animales que sirven a un propósito concreto en el campo, por ejemplo los perros pastores, que a partir de ahora serán considerados animales de compañía que las familias de ganaderos utilizan para sus quehaceres. Pero, a ojos de la ley, un mastín al cuidado de un rebaño de ovejas estará bajo los mismos derechos y obligaciones que un caniche de ciudad. Y eso, explican fuentes del sector a OKDIARIO, amenaza la forma de vida que los canes han tenido en el campo durante décadas y siglos.

Al no diferenciar en categorías, la ley impulsada por Belarra establece, por ejemplo, que los perros al cuidado de rebaños de rumiantes o ganado bovino deberán pernoctar en el hogar, entendiendo a los canes como uno más del «núcleo familiar». Esa integración, forzada por ley, supone una distorsión para los propios perros, acostumbrados desde generaciones a dormir a la intemperie junto a los rebaños que vigilan para que no sean objetivo de lobos u otros depredadores nocturnos.

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